Comprar una vivienda, una aventura apasionante

Interesante

viviendaComprar una vivienda supone una de las decisiones más importantes que podemos tomar en nuestra vida. Al menos, una de las que marcarán nuestro día a día de una manera drástica. Por ello, es muy importante hacer una buena planificación de todo lo que rodea la compra: elegir la zona que más nos interesa, hacer un presupuesto adecuado, seleccionar nuestras prioridades, confiar en una empresa profesional, etc.

La inversión que tendremos que realizar para comprar una casa es importante, y muchas veces tendremos que echar mano de una hipoteca. Este es uno de los primeros aspectos que tendremos que cuidar, ya que durante muchos años nos acompañarán los recibos hipotecarios cada mes. Por eso, es vital comparar todas las ofertas posibles del mercado, y no dejarnos llevar por nuestro banco de toda la vida. Los banqueros son empresarios que buscan hacer negocio, pero nosotros lo que queremos es tener nuestro dinero con los gastos e intereses más bajos posibles. ¡Compara y que no te dé apuro realizar la operación con quien mejores condiciones te ponga!

Una pregunta clásica es, ¿nueva o de segunda mano? La vivienda usada es mucho más barata que la nueva, y soporta impuestos más bajos, pero la obra nueva no necesita reformas y se puede entrar a vivir desde el primer día. Hay que valorar la situación del inmueble, los servicios cercanos, los gastos de comunidad, el tamaño y, cómo no, el precio. Después de valorar estos aspectos, tendrás que decidirte por comprar una vivienda nueva o usada.

En la actualidad existen muchas viviendas nuevas con precios muy por debajo de los que tenían hace 10 años. Incluso las que se construyen ahora tienen precios mucho más realistas que en los tiempos de la burbuja inmobiliaria. Aún así, comprar viviendas con ánimo especulativo no parece ya un buen negocio. El sector se ha ido consolidando, y ha mejorado mucho la calidad de las construcciones, pero también se han estabilizado la oferta y la demanda. Durante los años más duros de la recesión económica se ha ido vendiendo, aunque lentamente, parte del stock de viviendas en nuestro país, y se ha construido poco, lo que ha contribuido a un cierto equilibrio.

Las leyes también se han encargado de endurecer cada vez más las condiciones mínimas para construir viviendas. Las garantías para el consumidor han aumentado en los últimos años, y las obligaciones de los constructores también han aumentado. Todo esto ha contribuido a ordenar un sector que estaba fuera de control.

Como resumen, se puede decir que adquirir una vivienda nueva siempre tiene ventajas. Aparte del lógico placer de estrenar vivienda, las actuales construcciones cuentan con mayor eficiencia energética, materiales más respetuosos con el medio ambiente y espacios más optimizados, gracias a los avances tecnológicos.

 

Deja una respuesta