Alumnos de la Escuela Municipal de Música de Caudete participaron en un Encuentro de Música Clásica en Cuenca

Más de ochocientos jóvenes unidos por la música se han convertido ayer en el la nota de color (aunque sus camisetas identificativas fueran negras) en la ciudad de Cuenca. Notas en clave de sol, de fa, de mi, que desde primera hora de la mañana se refugió en los parques y plazas de la ciudad llenando de música cada rincón. 

 

A la sombra de los árboles del parque Santa Ana comenzaba un encuentro con la música clásica en el que alumnos de la región se hicieron valer con piezas amenas que aportaban aire fresco a una mañana que rozaba los veinticinco grados. A las doce de mediodia llegaban uno a uno los alumnos de las escuelas municipales de música de Caudete, Alcázar de San Juan, aldea del Rey, Almagro, Puebla de Almoradiel, Talavera de la Reina, Villacañas, Toledo capital, Iniesta, Mota del Cuervo, Quintanar del Rey. A medida que los estudiantes de las escuelas bajaban de los autocares comenzaban a ordenarse con sus ‘colegas’ a la espera de oír tocar unas breves piezas a sus compañeros de la Escuela Municipal de Música de Cuenca. 

 

El encuentro de melodías e instrumentos continuó con una paella de hermandad en la que los más de ochocientos componentes disfrutaron de una comida al aire libre. 

 

La actividad se realizó coincidiendo con el Día de la Música y estaba organizada por el Ayuntamiento de Cuenca y la Escuela Municipal, con la colaboración de la Asociación Regional de Escuelas de Música de Castilla-La Mancha.

 

Los ocho conciertos gratuitos que estaban programados transcurrieron con total normalidad. Algunos de los paseantes de las calles se mostraban sorprendidos. «La verdad es que no sabíamos que había conciertos hoy por la calle y es bastante agradable», comentaba una conquense que disfrutaba del sábado junto con su familia. 

 

La escuela de música salió a la calle una vez más para demostrar las maravillosas voces e instrumentos que se forman en los centros educativos de Cuenca. Algunos profesores de las escuelas que se acercaron a Cuenca recordaban la importancia que tiene la música en la formación de los jóvenes, y hacían un especial llamamiento al gobierno nacional para replantearse la posible disminución de horas en este tipo de asignaturas durante el próximo curso escolar.

 

Aunque a la concejala de cultura le asustaba, al inicio de la semana, que el tiempo no acompañara la meteorología no se interpuso en este dialogo entre la música más joven y la Cuenca.

 

Pepe Llopis, director musical de la escuela municipal conquense, explicaba, al igual que lo había hecho la concejala con anterioridad, que habían propuesto Cuenca por la riqueza cultural que tenía la ciudad. «Yo hablé con Consuelo García y le propuse que el encuentro se realizará aquí, y ella estaba encantada», explica. Llopis se encontraba a primera hora de la mañana organizando a los profesores, dándoles las explicaciones necesarias para que todo saliera bien. «Es complicado que todo salga al pie de la letra pero lo estamos intentando», concluyó. Mucha organización e ilusión fueron los ingredientes secretos para que el pastel musical que ayer degustó Cuenca supiera «tan bien». 

 

Tras los conciertos de cada una de las escuelas que comenzaron a las seis y media de la tarde, los alumnos de todas los centros se unieron en la plaza de España para interpretar al unísono Piratas del Caribe dirigidos por Manuel Murgui. «Es emocionante ver a tantos chicos tocando música a la vez dominados por una sola batuta», comentaba uno de los asistentes al concierto final que se realizó en la plaza de España y que, como muchos otros conquenses, tenía un familiar entre las filas de alguna de las bandas. 

 

Para finalizar este maravilloso encuentro, la ciudad se vio sorprendida por un pasacalles con el que estos virtuosos artistas se despidieron de sus compañeros hasta una próxima vez.  Como recordó la concejala de cultura Consuelo García en su presentación, Cuenca fue ayer más que nunca «ciudad de música».