Ángel Román fue ordenado ayer como nuevo obispo de Albacete en la Catedral de San Juan Bautista.
Ángel Román llegaba a las puertas de la Catedral acompañado por el arzobispo de Toledo, Francisco Cerro Chaves; el Nuncio Apostólico ante la Unión Europea, Bernardito Auza, y el administrador diocesano de Albacete, Julián Ros. En la puerta de la Catedral esperaba su llegada el Cabildo Catedralicio.
Más de mil fieles sentados, sobre una veintena de obispos, doscientos sacerdotes y numerosos diáconos, junto con autoridades civiles y militares, se congregaron para esta celebración.
En su primera intervención como obispo de Albacete, Ángel Román ha indicado, sin poder evitar la emoción, que ha llegado «para servir a todos» y ha dado las gracias a todos los que han asistido a su ordenación como obispo.