Artículo de opinión de Alfonso Telesforo Serrano Ortega –
«Cómo ha cambiado el Grupo Vidrala gracias a la nueva dirección»
Malestar entre los trabajadores de Crisnova por dos despidos. El último, con casi 30 años en la empresa, tras estar en tratamiento de una enfermedad y darlo de alta la Seguridad Social.
«Vidrala le encargó en 2014 a Fernando Rodríguez, Licenciado en Periodismo por la Universidad CEU de San Pablo, que escribiera un libro con motivo del 50 Aniversario del Grupo. En la página 74 tiene escrito este señor: “la fábrica de Caudete trabajó duro hasta alcanzar, en 1993, una de las producciones más altas de Europa, incluso por encima de Llodio…”
No cabe duda de que este magnífico resultado empresarial se debió a dos factores: a la moderna tecnología empleada en la fabricación de envases de vidrio y, sobre todo, a la tenacidad, implicación y entrega de sus trabajadores.
El Gobierno de Castilla la Mancha aportó el 30 % de la inversión que hizo Vidrala en Caudete y el Alcalde Vicente Lillo, en representación de todos los caudetanos, les dio todas las facilidades que Almansa les negó. Cuando intentaron rectificar, Lillo ya se había llevado el gato al agua. Y eso que no era del partido de aquel todopoderoso José Bono.
Tengo dicho, en más de una ocasión, que Crisnova, con 300 empleos directos y más de 200 indirectos, ha salvado la economía de Caudete. Lo que no es de recibo es la política laboral del nuevo Director, que tiene alarmados y con cierto recelo al personal.
El último despido es realmente sangrante. Después de 29 años, un trabajador sufrió un infarto. Tras recuperarse y darlo la Seguridad Social útil para el trabajo que venía desempeñando, Crisnova decidía lo contrario: lo ha despedido.
Este es el segundo despido que se produce, por lo que UGT, CCOO y USO se manifestaron en la puerta de la fábrica hace unos días. Temen que se repita. Es muy triste “dar tu vida” por una empresa y que, tras recuperar la salud, te despidan sin ningún tipo de pudor ni miramiento cuando Fernando Rodríguez deja muy claro en su libro “Vidrala: 50 años de pasión por el vidrio” que los excelentes resultados económicos en Crisnova, se deben, en gran parte, a sus trabajadores. Al «factor humano», que dicen los expertos en economía de empresa.
De no haber sido por la “pasión”, esmero y empeño con que los trabajadores han defendido su puesto de trabajo… Vidrala no sería hoy «un referente europeo en la fabricación de envases de vidrio».
Le recomiendo al nuevo Director que vuelva a leerse los Capítulos 2 y 3. Caudete ¡no sería la misma sin Crisnova! Eso es cierto. No. No me duelen prendas repetir, una vez más y las que hagan falta, esta afirmación. Siempre le tendremos que agradecer a Carlos Delcraux que se decidiera por nuestro querido pueblo ¡cuando competíamos con otros tres!
Pero, con igual rotundidad, manifiesto que no es de recibo que una empresa de este calibre deje tirado a un trabajador en las condiciones que lo ha hecho después de casi 30 años, que se cumplen en mayo de 2019, que ha colaborado, sin regatear esfuerzos, para que los accionistas que cotizan en Bolsa obtengan excelentes beneficios… año tras año.
El cantante uruguayo Daniel Viglietti canta un poema del cubano Nicolás Cristóbal Guillén que lleva por título «Me matan si no trabajo y si trabajo, me matan». A pesar de estar en pleno siglo XXI, está muy vigente el espíritu de esta canción, ya que se siguen dando, por mucho que afirme el Gobierno que estamos saliendo de la crisis, unas condiciones laborales muy endebles del trabajador frente a la empresa.
Hubo tiempos mejores, con directores que tuvieron más en cuenta el factor humano. Hoy, la sensación es que no es así. De ahí el temor y el miedo que se ha adueñado de los trabajadores… «no sea que mañana me toque a mí».»
Fuente: Alfonso Telesforo Serrano Ortega