Las previsiones meteorológicas nos hablan de ola de calor para estos próximos días. Temperaturas extremadamente altas, aires saharianos y los rayos UVA convertidos en pasas asesinas. Precaución, señores, ¡esto no es un simulacro!
Pese a los avances tecnológicos en la predicción del tiempo, Caudete se resiste a abandonar ese estatus de rebelde sin causa conseguido a fuerza de muchos años de no dar ni una. Estamos ubicados en una zona mágica, extraña, esotérica, donde cualquier parecido con la realidad de las predicciones meteorológicas es mera casualidad. No hagas cuentas; aquí ya no funcionan ni las cabañuelas.
Pero me da a mí que esta vez va a ser que sí. Esas manchas rojizas tirando a moradas que se ven en el mapa del tiempo resultan amenazantes, y uno se angustia sólo de pensar qué pasaría si se acabara la cerveza en el mundo en momentos así. Te dicen, «no hagas ejercicio en las horas centrales del día», y tú dices oye, pues por precaución no voy a hacer ni en las centrales, ni en las laterales, no vaya a ser peligroso. Y te quedas con la conciencia más tranquila, porque aunque no haces deporte casi nunca, ahora tienes justificación.
Mónica López, la chica del tiempo, lo explica fenomenalmente. Uno se queda extasiado oyéndola contarnos cómo avanzan las colas de los frentes, cómo rotan ciclónica o anticiclónicamente las borrascas, cómo surgen esas ciclogénesis explosivas… como si de una película se tratase, y cuando acaba te puedes ir a dormir con la sensación de saber algo más. Aunque sea un refrán. Además, poco a poco vas teniendo la sabiduría suficiente para mantener conversaciones de nivel con los amigos, porque aunque antes sólo se hablaba del tiempo con el gasolinero, hoy en día se ha convertido en un tema muy recurrido en cualquier reunión. «Parece que va a llover». «Seguramente. Están creciendo cúmulonimbus por el calor y la humedad que hay, y ya está situada a sotavento». «Cierto. La columna debe alcanzar el par de kilómetros». «Seguro».
De verdad: cuidado con estas temperaturas. Un golpe de calor es algo muy serio. Así que mejor ser prevenidos: mucho líquido, poca calle, al menos hasta que caiga el sol, y algún baño si se puede. Los documentales sobre el Caribe ayudan, pero poco. Más vale una buena ducha.
Ánimo, y al toro.