El Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha ha acordado este viernes mantener las mismas restricciones de nivel 3 reforzado establecidas desde el pasado 18 de enero para frenar los contagios de coronavirus, dado que, aunque está bajando la incidencia, todavía lo hace muy despacio.
El consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, ha comparecido en rueda de prensa para informar de la decisión adoptada en la reunión del Consejo de Gobierno extraordinario celebrado este viernes, donde se ha constatado que el descenso de la incidencia del coronavirus tiene que seguir bajando para que se puedan relajar las medidas.
Fernández Sanz ha apuntado que, para poder levantar las restricciones de nivel 3 reforzado, se tendría que alcanzar al menos una incidencia acumulada a 14 días que fuera menor a la que se contabilizaba el 18 de enero, que fue cuando se establecieron estas medidas, y que era de más de 1.000 casos por cada 100.000 habitantes.
Las principales restricciones son el cierre de bares y demás establecimientos de hostelería, de los centros comerciales excepto para productos esenciales, de gimnasios y establecimientos de ocio y culturales, así como el confinamiento perimetral de cada municipio y el toque de queda desde las 22:00 horas hasta las 7:00 del día siguiente.
Además, a preguntas de los periodistas sobre si el plazo para revisar las medidas vuelve a ser de diez días, ha señalado que se ha establecido una monitorización diaria y que “no hay plazo concreto”, pero se intentará acortar “todo lo que sea posible” y se irán levantando las restricciones por territorios, según mejoren los indicadores epidemiológicos.