A las 7 en punto salía ayer de su Santuario la imagen de la Virgen de Gracia, Patrona de Caudete, en dirección a Santa Catalina. Cientos de festeros y de público en general la precedían, unos disparando, y otros, simplemente, acompañándola en su corto viaje, mostrando así su devoción y respeto.
Una vez en el interior de la iglesia, y ya instalada la Virgen de Gracia en su camerino, tuvo lugar la Eucaristía. Tras la misma, se llevó a cabo el Acompañamiento a los Capitanes hasta sus domicilios, el primero de estas Fiestas.
Por la tarde, un acto que crece en número de participantes: las Guerrillas. Tras la batalla final en la Plaza del Carmen, y la victoria del bando moro, se llevó a cabo la Entrada de Embajadores. Se trata de otro acto que, a pesar de ser breve, cada vez cuenta con mayor participación y vistosidad.
Después, el Primer Acto de los «Episodios Caudetanos», donde se escenificaba la invasión de Caudete por parte de las huestes moras. Cabe señalar que la lluvia hizo acto de aparición, aunque no fue muy intensa y no pudo con la fuerza de unos embajadores excepcionales, y un público muy entregado.
Ya por la noche, la Ofrenda de Flores y la posterior Alborada ponían el broche de oro al segundo día de las Fiestas de Caudete.