Caudete es un municipio que se encuentra en la provincia de Albacete, en Castilla-La Mancha. Pero, su localización hace que sea el punto de unión entre tres comunidades autónomas de España: Comunidad Valenciana, Región de Murcia y la propia Castilla-La Mancha. A su vez, debido a esta situación geográfica, el pueblo de Caudete ha pertenecido a diferentes reinos o comunidades dependiendo del momento histórico en el que se encontrase el país, perteneciendo, incluso, al mismo Reino de Valencia. Y es que, a lo largo de toda su historia, la adscripción del pueblo ha sido, en muchas ocasiones, más que azar, como jugar a juegos de mesa para sus gobernantes, pues la pertenencia del municipio a un reino o comunidad se ha movido como ficha en un tablero de ajedrez, dependiendo, generalmente, de la persona o personas que se encontraban en el poder.
Los primeros datos históricos del pueblo se remontan a la época neolítica, aunque poco se sabe de estos años. Sin embargo, sí quedan restos de esta época como el hallazgo de vasijas y otros utensilios típicos del neolítico. Más adelante, en la época íbera, el pueblo sirvió como una zona estratégica a modo de punto de conexión entre comunicaciones, pues por Caudete pasaban las principales vías que conectaban lo que se conoce hoy en día como las provincias de Alicante y Albacete, entre otras.
Sin embargo, en Caudete se empezaron a tener fechas concretas y mucho más exactas sobre la cronología de su historia a partir de la Reconquista de 1239, ya en la época medieval. A partir de entonces, la historia del pueblo empieza a ser más que interesante porque, a pesar de su pequeña longitud en el mapa, ha sido durante toda su historia, un lugar estratégico y punto de referencia para muchos gobernantes. En 1240, el rey Jaime I, máximo representante del Reino de Valencia, entra con sus tropas en Caudete y convierte al pueblo en parte de su ya extenso reino. No mucho más adelante, en 1244, Caudete vuelve a pertenecer al reino de Castilla. En 1256, Caudete se considera un poblado habitado mayoritariamente por mudéjares con Gregorio García como señor del pueblo. En los años que vendrán a continuación, el municipio cambia su adscripción a los dos reinos que dividen la península según los gobernantes lo consideran oportuno, siendo siempre una moneda de cambio entre reinos.
Ya bajo el reinado de Jaime II se promulga la conocida carta puebla donde, una vez más, se deja constancia de que Caudete pasa a formar parte del Reino de Valencia y, por tanto, de la Corona de Aragón. En 1297, Juan García, señor de Caudete, reconoce a Jaime II como rey para así evitar las posibles consecuencias del conflicto entre las dos coronas. En 1308 se formaliza la adscripción a la Corona de Aragón por medio de un homenaje, donde el rey confirma para el pueblo todos los privilegios, costumbres y libertades del Reino de Valencia. No obstante, si bien el pueblo tuvo que cambiar completamente sus tradiciones, lo que sí se le respetó fue guardar el monedaje (un conocido sistema de cobro de impuestos) que en el Reino de Aragón se llamaba, en su momento, morabatí. Es de este modo como, gracias a Jaime II, el monedaje se queda en Caudete. Además, cobra importancia en la historia de Caudete el año 1470 cuando Juan II de Aragón integra a Caudete entre las 29 poblaciones del Reino de Valencia. Esta integración es tan relevante en su momento que el pueblo obtiene incluso el beneficio de su participación en las Cortes Valencianas.
Damos un gran salto en la historia hasta 1707. Durante estos años, la adscripción del pueblo de Caudete es mayoritariamente al Reino de Valencia y, por consecuente, a la Corona de Aragón. En la Guerra de Sucesión (1701 – 1713) el pueblo, al igual que el Reino de Valencia, pierde sus fueros, títulos y privilegios y pasa a formar parte de Villena, como aldea suya. Pero, en 1738, Caudete recobra su independencia y queda, esta vez, incorporado en el Reino de Murcia.
Ya en el siglo XIX, es en 1833, y todavía bajo el reinado de Carlos IV, cuando durante la nueva distribución territorial de Javier de Burgos, Caudete pasa a formar parte de la recién creada provincia de Albacete. Es así como conocemos al pueblo de Caudete ya que, hasta la fecha de hoy, ha sido parte de Castilla-La Mancha.
Caudete, tierra de nadie y encrucijada de caminos, ha estado durante toda su historia en medio de las disputas territoriales, demostrando así su importancia estratégica. Como consecuencia de todos los acontecimientos históricos del pueblo, hoy en día tienen lugar las fiestas patronales de los Moros y Cristianos, declaradas de interés turístico nacional.
Los actos llevados a cabo durante la celebración de las fiestas (La Entrada, la Enhorabuena, el Ruedo de Banderas, etc.) simbolizan los diferentes momentos de la historia del pueblo de Caudete anteriormente citados, aunque, en su mayoría, representan la entrada de las tropas de Jaime I y la reconquista por parte de los cristianos sobre el pueblo musulmán. Una de las comparsas más antiguas e importantes del pueblo, Los Guerreros, representa a las tropas de Jaime I, artífice de esta reconquista. De hecho, durante el último Ruedo de Banderas, considerado único ya que es característico solo del pueblo de Caudete y, por lo tanto, el más emotivo para los caudetanos, las diferentes comparsas hacen girar su bandera ante la Virgen de Gracia, y la bandera de la comparsa de Los Guerreros es la bandera de la Comunidad Valenciana y antiguo Reino de Valencia, haciendo referencia a la historia de Caudete y a los muchos siglos que el pueblo perteneció a este territorio.
En definitiva, el pueblo de Caudete cuenta con siglos de historia y durante la misma ha demostrado su importancia en momentos clave para la conformación de España. Debido a su adscripción a ambos reinos, el de Castilla y el de Aragón, sus costumbres y tradiciones son diferentes, particulares y están plagadas de historia.