En este país pasan cosas que cuesta creer. El nivel cultural pasa por uno de sus peores momentos, pero el nivel de respeto y educación, en general, es para echarse a llorar.
Confundir el tocino con la velocidad es una de nuestras actividades favoritas. Pero que, además, se cobre para ello, es preocupante. Es el caso de algunos responsables del Colegio Hispanidad de Elche, donde han enviado una nota a los padres con motivo de la Navidad, donde dicen, literalmente: «Queridas familias: Se aproxima la Navidad y vamos a decorar las aulas de 3 años para ello necesitamos que cada niñ@ traiga un adorno al aula, por favor que no sea grande (árbol de navidad) ni con motivos religiosos (belén). El próximo viernes 3 de diciembre a las 15,45 los padres voluntarios que lo deseen vendrán a decorar las aulas. Muchas gracias» (las múltiples faltas ortográficas están incluidas en la nota).
Esto es un ejemplo con el que analizar muchísimas de las cosas que pasan en España actualmente, donde una estúpida idea de «modernidad» deja paso, simplemente, a la estupidez.
Si nos fijamos, en ese colegio van a celebrar la Navidad decorando las aulas del colegio. Pero, a su vez, piden que no se decore con los motivos propios de la Navidad. Esto es como si pidiésemos que los Moros y Cristianos se celebrasen sin moros y sin cristianos, y sin nada que los recuerde… ¿Se puede ser más gañán? Si los responsables de ese colegio no quieren celebrar la Navidad, por la razón que sea, están en su derecho. Perfecto. Ahora, que quieran celebrarla decorando las aulas, y sólo admitan fotos de Pokemon o estatuillas de Lenin, por poner algún ejemplo que sí se admite, me parece patético, y una muestra del nivel académico y cultural de esos profesores.
El auge en los últimos tiempos de la izquierda más radical ha puesto en evidencia actitudes extremas en nuestra sociedad. Es más que evidente el ataque, sobre todo, a la religión católica, y a todo lo que la rodea, desde la propia idea religiosa, pasando por sus tradiciones o, incluso, su patrimonio cultural y artístico. Pero que conste que el ataque no es a todas las religiones, porque, sorprendentemente, existe una defensa cerrada a religiones como la musulmana por una parte de esos mismos que atacan al catolicismo.
¿Por qué es esto así? Pienso que porque, en realidad, se trata de ir en contra de todo. La idea antisistema está actualmente muy extendida en nuestro país, y todo lo que represente herir lo establecido, ir contra la mayoría, se supone que es lo moderno. La idea comunista, incluso socialista, de un estado laico, es perfectamente legítima, y está legalmente asumida en nuestro país. Incluso ser contrario a la religión, sea cual fuere, es una decisión personal indiscutible. Pero de ahí a rechazar la libertad personal de cada cual a tener las creencias que considere oportunas, hay un trecho importante. Porque tratar de imponer a la fuerza unas ideas se llama totalitarismo.
Las tradiciones hay que respetarlas mientras haya quien las quiera mantener y no hagan daño a nadie. Es un legado de nuestros antepasados, y por muchos garrulos que intenten imponer lo contrario, hay que ser fuertes y demandar respeto a quienes no suelen mostrarlo. El ejemplo de este colegio ilustra todas las sandeces que viviremos estos próximos días, donde en muchísimos sitios se tratará de celebrar la Navidad sin la Navidad. Les gusta, pero no les gusta. La quieren, pero de otra forma. La celebran, pero no la celebran… ¡Qué modernos!
La Navidad conmemora el nacimiento de Jesucristo. El que quiera celebrarla, que la celebre y la disfrute. El que no, que no moleste a los demás con tonterías.