Desde el año 2020, la legislación española en materia laboral ha cambiado de manera muy importante. Reglamentaciones como la Ley Antifraude o la Ley Crea y Crece han llegado para mejorar la transparencia de pequeñas y grandes empresas e impulsar el desarrollo tecnológico de las compañías.

Un ejemplo es la obligación del uso de la factura electrónica para autónomos. En los próximos años, los trabajadores por cuenta propia tendrán que actualizar sus sistemas de contabilidad para facturar a través de un software adaptado y de uso certificado por la Tesorería Pública.

Ya no valen los documentos de texto exportados en PDF que se pueden modificar una y otra vez: ahora será necesario contar con una herramienta que emita las facturas, grabe la contabilidad y la envíe directamente a Hacienda.

De este modo, no solo se elimina la posibilidad de llevar una contabilidad B o incluso de cometer errores en la facturación, sino que se simplifican los procesos administrativos, algo que será muy positivo en el caso de los autónomos, que en muchas ocasiones pierden demasiado tiempo con este tipo de tareas.

VeriFactu: una clave de la nueva contabilidad

A la hora de apostar por un sistema de contabilidad digital hay que tener en cuenta una de las normas más importantes de la ley Antifraude del 2021: dicho software debe contar con el sistema VeriFactu.

Se trata de un sello de fidelidad que demuestra que el programa de gestión se ha diseñado conforme a la normativa y que cuenta con todos los mecanismos de control necesarios para asegurar que no hay fraude fiscal.

Los autónomos que quieran adelantarse a la obligación y quieran trabajar desde ya con facturación electrónica deben asegurarse de que el programa elegido cuenta con este sello VeriFactu y que su uso está aprobado por Hacienda.

Entre otras cosas, estos programas autorizados tienen que cumplir con una serie de requisitos de legibilidad, autenticidad e integridad del documento.

¿Qué quiere decir eso? Que en el proceso de elaboración, almacenamiento y envío de las facturas incluye sistemas de control que certifican que es un documento original y que no se puede modificar libremente sin que esto dé aviso a las autoridades económicas de Hacienda.

Los profesionales que están desarrollando estos programas de gestión desde la aprobación de la ley Crea y Crece cuentan, además, con una serie de protocolos de formación para que los autónomos no pierdan demasiado tiempo ni cometan errores a la hora de adaptarse a esta nueva fórmula de trabajo.

En muy poco tiempo, los profesionales por cuenta propia pueden comprobar cómo cumplir con la Ley no solo es deseable para evitar sanciones, sino que resulta muy interesante para facilitar ciertas tareas y llevar un mayor control de las cuentas de su proyecto laboral.

Una medida que será obligatoria en dos años

Según fuentes oficiales, el Gobierno aprobará el reglamento de facturación electrónica a lo largo de 2024.

Desde su publicación, los autónomos contarán con dos años de tiempo para adaptarse totalmente a la nueva realidad económica de la empresa española, por lo que se estaría hablando de 2026 como fecha tope para dar el paso.

Sin embargo, la recomendación tanto de Hacienda como de los desarrolladores de estos softwares es la de decidirse ya por la factura electrónica para estar completamente adaptados cuando sea obligatorio y, sobre todo, para beneficiarse de todo lo bueno que estos programas aportan al día a día cuanto antes.