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Cómo funciona el bunkering en el sector marítimo

El transporte marítimo mueve la mayor parte de las mercancías que circulan por el mundo. Buques cargados de contenedores, graneleros, ferris o petroleros necesitan una logística compleja para operar sin interrupciones. Entre todos los aspectos a tener en cuenta, el suministro de combustible ocupa un lugar central. Los servicios de bunkering hacen posible que los barcos reposten de forma segura y eficiente en los principales puertos, permitiendo que las rutas se cumplan según lo previsto. En España, grupos históricos como Suardiaz han consolidado un papel clave en estas operaciones, conectando la tradición marítima con la innovación.

Qué significa exactamente el bunkering

El término proviene del inglés “bunker”, que hacía referencia a los compartimentos donde se almacenaba carbón en los buques antiguos. Hoy en día designa al suministro de combustible a embarcaciones, ya sea gasóleo, fuelóleo o, cada vez más, combustibles alternativos como el GNL (gas natural licuado).

La operación no se limita a llenar un depósito. Implica una coordinación precisa entre el barco que recibe el combustible, la empresa suministradora y las autoridades portuarias. La seguridad es fundamental, porque hablamos de grandes volúmenes de líquidos inflamables. Por eso existen normativas estrictas sobre cómo, dónde y cuándo realizar estas operaciones.



El bunkering puede hacerse de distintas formas: desde un camión cisterna en el muelle, desde una barcaza que se acopla al barco o incluso en pleno fondeo, cuando el buque está anclado en la rada. En todos los casos, la rapidez y la fiabilidad son esenciales, ya que un retraso en el suministro puede implicar costes enormes para la naviera. Un buque parado supone pérdidas directas, no solo por el combustible que no recibe, sino porque cada hora de inactividad puede alterar horarios de descarga, comprometer conexiones con otros puertos e incluso generar sanciones contractuales.

El papel de grupos logísticos especializados

No todas las compañías están capacitadas para ofrecer bunkering. Se requieren licencias específicas, conocimiento técnico y una red que garantice disponibilidad constante. En España, el desarrollo de este servicio ha ido de la mano de empresas con experiencia en el transporte marítimo. Compañías como Suardiaz, con décadas de trayectoria en el sector, han diversificado su actividad para atender esta necesidad estratégica.

El valor añadido está en integrar el bunkering dentro de un paquete más amplio de servicios logísticos. Una naviera que opera en puertos españoles puede necesitar, además del combustible, consignación, estiba, transporte terrestre o incluso almacenamiento temporal de mercancías. Contar con un único interlocutor que coordine todo simplifica la gestión y reduce los tiempos muertos. En un sector tan competitivo, esa eficiencia marca la diferencia.



Además, trabajar con operadores consolidados aporta una garantía extra en materia de seguridad. Las compañías que llevan años en el mercado conocen a la perfección los protocolos portuarios y cuentan con personal formado para reaccionar en caso de incidentes. La confianza en este punto es fundamental, porque se trata de operaciones de riesgo que no admiten improvisaciones. Una empresa logística con experiencia asegura que todo el proceso se realice bajo control y con la mínima posibilidad de error.

Hacia un futuro más sostenible

El bunkering también está experimentando cambios ligados a la transición energética. La presión por reducir emisiones ha impulsado el uso de combustibles alternativos y tecnologías más limpias. El gas natural licuado es la opción más extendida, pero ya se experimenta con biocombustibles y, a medio plazo, con hidrógeno.

Esto supone un reto para las empresas que ofrecen el servicio, que deben adaptar infraestructuras y protocolos a nuevos productos más delicados de manejar. También abre una oportunidad para posicionarse en un mercado que exige innovación constante. La inversión en instalaciones preparadas para manipular distintos tipos de combustibles marcará la competitividad en los próximos años.



La tendencia es clara: los puertos que ofrezcan bunkering sostenible atraerán más tráfico internacional. No se trata solo de cumplir con normativas europeas o internacionales, sino de responder a la propia demanda de las navieras, que buscan reducir su huella ambiental y mejorar su imagen ante clientes cada vez más concienciados. En este punto, España y compañías como Suardiaz tienen la oportunidad de reforzar su papel como referentes logísticos en el Mediterráneo y el Atlántico.

Una pieza clave en la cadena marítima

Aunque muchas veces pasa desapercibido para el público general, el bunkering es un servicio sin el cual el comercio mundial no podría sostenerse. Cada contenedor que llega a una tienda, cada materia prima que alimenta una fábrica y cada producto que exportamos depende, en parte, de que los barcos reciban su combustible en tiempo y forma.

El futuro del sector estará marcado por la capacidad de combinar eficiencia operativa con sostenibilidad. Las empresas que consigan ofrecer un bunkering ágil, seguro y adaptado a nuevos combustibles se situarán a la vanguardia de la logística marítima. Y en un mundo cada vez más globalizado, ese liderazgo marcará la diferencia entre ser un puerto secundario o convertirse en un hub estratégico.



Redacción - CD

Miguel Llorens fundó Caudete Digital en el año 2000. Apasionado de la informática y de la comunicación, desde la creación de este diario local ha mantenido su vocación de informar y su espíritu de servicio público.