Comunicado de las Damas y Capitanías de Caudete 2024 /
Querido pueblo de Caudete, somos las Damas de Honor y Reina 2024. Queremos expresaros cómo vivimos en primera persona la noche o, mejor dicho, todo el día de la Elección de Reina, la que debería de haber sido una noche mágica y llena de ilusión en la que las protagonistas tendríamos que haber sido nosotras. Sin embargo, fue todo lo contrario, porque ninguna de nosotras lo vivió como una Elección de Reina. Se sintió como un mero trámite que se tenía que hacer por obligación y sin pensar en ningún momento en nosotras.
Desde el primer momento, hemos sido informadas de lo justo sobre dicho acto. El día anterior, se realizó el ensayo y en él ya se comentó que había probabilidad de lluvia, pero nadie estaba con nosotras para escucharnos y empezar a buscar un plan B, porque mejor prevenir que curar.
Mientras con mucha ilusión nos estábamos preparando para la que pensábamos que iba a ser una noche inolvidable (desde luego, que inolvidable fue) empezó a llover, cosa que ya era previsible. Por eso, no nos preocupamos demasiado, pues sabíamos que iba a ser una tormenta pasajera y pensábamos que iba a estar todo controlado. La sorpresa fue cuando a las 20:30 horas, una hora y media más tarde de que terminara la tormenta, recibimos un mensaje del señor concejal de Fiestas, Francisco Medina, en el que nos decía que nuestros presidentes nos informarían de cualquier cambio. Eso, a pesar de que durante el resto de organización tuvimos que ser nosotras las que informásemos a nuestros presidentes, cosa que no era nuestra responsabilidad.
Desde la Asociación de Comparsas nos informaron de que la decisión que había tomado el Ayuntamiento era que todo el mundo pasaba a gradas. Al leer este comunicado, nos unimos todas las Capitanías para bajar a la plaza de toros para ver las condiciones en las que se encontraba. Allí nos recibió únicamente el concejal de Fiestas, pues el alcalde, Moisés López, cuando se enteró de que íbamos a bajar, prefirió irse antes de escucharnos y buscar soluciones entre todos.
Las Capitanías estaban dispuestas a hacer todo lo necesario para que el acto saliese bien. Sólo había agua en un lado de la pasarela, por lo que solución, si se quería, había. Lo que no había era ni interés, ni ganas de ayudar. Propusimos miles de alternativas, desde echar sacos de arena en los charcos, hasta incluso aplazar el acto. La única respuesta de nuestro concejal de Fiestas fue «la decisión está tomada y el Ayuntamiento no va a hacer nada», por lo que nos negamos a subir al escenario cada una de nosotras sin sentir el calor de nuestra gente, cuando comprobamos que sí que había soluciones.
Todas las Capitanías nos pusimos manos a la obra, incluso maquilladas y peinadas, a colocar y limpiar sillas hasta las 22:00 horas, mientras que Francisco Medina nos miraba con los brazos cruzados desde la distancia. Nuestras madres se encargaron de comprobar el estado de los sillones en los que nos teníamos que sentar, porque no fueron capaces de retirarlos cuando empezó a llover, y nos tuvimos que traer cada una de nosotras un cojín de nuestras casas para poder sentarnos y no mancharnos los trajes, ya que estaban empapados.
Finalmente, después del trabajo que hicimos todas las Capitanías, por fin nos fuimos a vestirnos con la tranquilidad de que tendríamos la Elección de Reina que nos merecíamos. Cuando llegamos, todo parecía que iba a salir según lo previsto, ya que nadie nos dijo lo contrario. Sin embargo, tras un tiempo de espera, llegó a nuestros oídos, pero no por parte de nadie del Ayuntamiento, que a las 23:45 horas aún no había una certeza de que la Elección iba a salir delante, a pesar de que ya se había retrasado una hora, pues la empresa de sonido e iluminación contratada por el concejal de Fiestas no tomó ninguna medida para evitar que se mojaran los equipos. Fueron incapaces de poner cualquier tipo de protección a estos y esperar a que terminara la tormenta para montarlo todo, pues pasaron más de 5 horas desde que acabó la tormenta hasta que comenzó el acto. O buscar cualquier tipo de alternativa, ya que ellos son los profesionales, pues no es la primera vez que ha llovido en una Elección de Reina y, sin embargo, nunca se había visto un resultado tan catastrófico como el de aquella noche.
Tras más de una hora de espera e incertidumbre, tanto para nosotras como para toda la gente que nos quería acompañar en nuestra noche, se dirigieron por primera vez hacia nosotras, ya que hasta en ese momento no habían tenido en cuenta nuestras opiniones, a pesar de que somos las Capitanías las que llevamos las Fiestas para adelante. Las dos opciones que nos plantearon fueron hacer el acto como se hizo, o al día siguiente hacer un sorteo en el auditorio municipal. Suponemos que el volver a peinarnos y maquillarnos hubiera corrido a cuenta del Ayuntamiento…
Expusimos que no nos parecían nada bien las opciones que nos estaban dando, hasta incluso volvimos a decir de aplazar el acto, ya que nos quitaron toda la ilusión de esa noche, pero se negaron y nos dijeron que no había más opciones. Para nosotras, únicamente nos dejaron la opción que todos visteis, a pesar de que el concejal de Fiestas, en su discurso, dijo que había sido decisión nuestra, lo que era completamente mentira.
El alcalde no fue capaz de dirigirse a nosotras en ningún momento, ni para saludarnos, o para preocuparse por cómo nos sentíamos. Únicamente bailó el vals con la Reina de Fiestas y la Dama del Ayuntamiento, al resto ni siquiera se acercó, seguramente por vergüenza.
A pesar de todo, queremos dar las gracias por sentirnos acogidas por nuestra gente, las Capitanías, amigos, familiares y toda la gente que sí que puso de su parte para hacernos sentir importantes en nuestra noche. Esperamos que nadie tenga que vivir una noche como la que vivimos nosotras.
En nombre de Ana, Regina, Elena, Ángela, Conchi y Gema, Damas y Reina 2024, junto con el apoyo de todas nuestras Capitanías 2024.