El parque de Abelardo Sánchez fue el escenario que Cruz Roja escogió el pasado fin de semana para dar a conocer a los albacetenses los recursos y programas que llevan a cabo en su intervención diaria. Y es que esta ONG está de celebración, la del 150 aniversario de su creación en España, que se cumplió el pasado 6 de junio.
La historia de Cruz Roja en Albacete arranca, no obstante, en 1892 con la constitución de su primera asamblea local, la de la capital. Nació en base a siete principios considerados básicos: humanidad, imparcialidad, neutralidad, independencia, carácter voluntario, unidad y universalidad; principios que hoy por hoy siguen igual de vivos que en aquel entonces, lo mismo que su vocación inicial de trabajo en pro de que las personas más vulnerables mejoren su vida.
A lo largo del presente año, han atendido a más de 12.000 albacetenses en general, entre menores, jóvenes, familias, inmigrantes y personas de la tercera edad. 872 albacetenses han recibido apoyo sobre empleo. 5.155 mayores han sido objeto de acompañamientos, de visitas a domicilio o de actuaciones en pro de que su envejecimiento sea lo más activo posible, y 322 menores, muchos de ellos en riesgo o en situación de exclusión social, están siendo ayudados en sus deberes y, además, meriendan.
Ahora bien, si hay una cifra que llama la atención en su actual quehacer diario son los 5.313 albacetenses que se han beneficiado de su programa de lucha contra la pobreza, un 76% más que los que acudieron hasta esta ONG a estas mismas fechas pero del pasado año. Son personas a título individual o familias que se encuentran en situación de vulnerabilidad extrema por la crisis económica actual, parados de larga duración que hoy por hoy carecen de cualquier otro tipo de ayuda o mayores que hoy por hoy son los que aportan el único ingreso en la unidad familiar. Se les da alimentos de forma directa o vía un cheque con una cantidad concreta a gastar en un establecimiento, así como atención farmacológica. Pero también se les presta asesoramiento jurídico y lo que es más significativo se hacen cargo de sus recibos de suministros tan básicos como la luz, el agua o el alquiler.
Siguiendo con las coberturas de las necesidades básicas igualmente hay que hacer una mención a las Unidades de Emergencia Social ; un servicio que, sólo por citar, un hecho concreto, en cada de una de sus salida reparte una media de 200 bocadillos. Sus destinatarios son los sin techo y los inmigrantes de los asentamientos.
No obstante, como puntualiza el presidente provincial de Cruz Roja, Eloy Ortiz, todo esto no sería posible sin un colectivo muy específico, el de los 4,444 voluntarios con los que cuenta (uno puede ser voluntario a partir de los 16 años con autorización de sus padres) y los 12.922 socios que tiene. Los primeros son los que hacen realidad todos sus programas, los que llevan a los usuarios, en definitiva, la actividad y el espíritu de la Cruz Roja, mientras que los segundos, los socios, son uno de los medios de financiación más importantes con los que cuenta esta ONG para mantener su infraestructura, para asegurar la independencia de sus actuaciones y lo que es más significativo, para poder costearlas.
Cada uno de los socios aporta la cantidad que puede, a partir de un mínimo de 30 euros al año de cuota. Son particulares y también empresas, y es tal la importancia que hoy por hoy tienen que su contribución viene a representar más del 50% de los ingresos de la institución en la provincia.
Asimismo, como igualmente aclara Eloy Ortiz, en esto de la financiación no se puede obviar ni a los donantes, aunque su colaboración no sea periódica sino puntual ante los llamamientos que se hacen, ni a las aportaciones públicas. La aportación pública llega o bien vía subvenciones o convenios con la Administración o con entidades tanto públicas como privadas, o bien vía el pago a la prestación de un servicio a la población en general o a una entidad determinada en concreto.
Además de todo ello, están las aportaciones directas de los ciudadanos. Estamos hablando de la cuestación del día de la banderita, que tuvo lugar precisamente este miércoles, y en el que se recogieron, como se publicó en su día, más de 13.000 euros, y de la compra de décimos. Dentro de la compra de décimos, está, por un lado, el Sorteo de Oro, con premios en metálico o en oro de 18 kilates que se celebra, como es conocido, una vez al año, dándose la circunstancia de que esta provincia está entre las que más venta se da por habitante en este sorteo. Y por otro, el sorteo extraordinario de Lotería Nacional a beneficio de Cruz Roja.
En cuanto a su infraestructura, cabe comentar que desde 1893 hasta la actualidad esta ONG ha contado con varias ubicaciones diferentes en la capital albacetense. Desde 1972 están en la calle San Antonio, en un edificio, además, que fue objeto de una importante adecuación entre el 2006 y el 2007. Esto sólo en lo que la capital se refiere pues, como asimismo puntualiza Eloy Ortiz, Cruz Roja está presente con sedes en otras 13 localidades más. Son Almansa, Balazote, Casas Ibáñez, Caudete, Elche de la Sierra, Hellín, Madrigueras, Mahora, Munera, La Roda, Tobarra, Villamalea y Villarrobledo, abarcando desde ellas la totalidad de la provincia. Detrás de cada una de ellas hay un comité y una asamblea local que, en el caso de la capital, tiene a Emilia Lara a su cabeza.
Igualmente dispone de trabajadores remunerados, un total de 42 entre las distintas actividades que engloba y que comenzaron, como se ha mencionado al inicio de este reportaje en lo que es Albacete, en 1893. En aquel entonces la única ayuda que se prestaba a las personas era la atención a emergencias sanitarias, incluidas las que había en conflictos armados, y los únicos voluntarios con los que se contaba eran enfermeras. No obstante, conforme fueron pasando los años esto fue a más tanto en lo que son intervenciones de ámbito social como en el número de voluntarios disponibles pues igualmente era mayores los colectivos a atender.
«Lo que está claro es que, concluye diciendo el máximo responsable de Cruz Roja en Albacete, nos ha tocado adaptarnos conforme las necesidades de la sociedad han ido cambiando y un ejemplo de ello, lo tenemos en el llamamiento que hubo que hacer en el 2012 ante los efectos en las personas de la crisis».
