«Despacito» es el título de una canción de pop latino muy actual. Y también ha sido la velocidad de las obras de la A-33, uno de cuyos tramos más importantes se inauguró anteayer en Fuente La Higuera.
Uno de los tramos más peligrosos de las carreteras de toda España, uno de los puntos negros, reconocido por usuarios y autoridades, más mortíferos de nuestro país, ha tardado una década en solucionarse. Rara es la semana que no hemos tenido noticias, siempre malas, de esta fatídica carretera. Aún así, repito: diez años para poner solución, mientras la sangría continuaba sin piedad, aumentando incesantemente la cifra de víctimas.
Ya he citado alguna vez a Groucho Marx: «La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados». Esta frase atesora más verdades de lo que parece. Mientras en los últimos veinte años se han estado construyendo AVES y aeropuertos que ahora se venden a precios de saldo (mandados contruir por políticos de todos los colores), y mientras se ha estado despilfarrando una cantidad ingente de dinero (incluidas las comisiones), resulta que obras verdaderamente necesarias, urgentes,… ¡¡vitales!! se han ido dejando al ralentí porque no resultaban «atractivas» para los políticos de turno.
Este año conocimos que el informe EuroRAP, en el que participan el RACC y el RACE, consideraba la N-344 una de las diez carreteras más peligrosas de España por tráfico de camiones. No obstante, estos datos son bien conocidos por las autoridades desde hace muchos años. Sin embargo, llevo años publicando en este mismo medio la «inminente» inauguración del tramo de autovía, y la «prioridad» del Ministerio de Fomento por su «peligrosidad»… ¡Qué desfachatez! Las obras prioritarias se terminan cuanto antes, y no se deja a unos operarios «de guardia» para aparentar que se está haciendo algo.
Fuente La Higuera puede respirar más tranquila, y los más de 14.000 vehículos que diariamente sufrían su trazado imposible, también. La seguridad ha crecido significativamente, yo diría que de forma brutal. Uno de los tramos más tercermundistas de nuestro país ha quedado subsanado, pero eso no nos tiene que impedir denunciar, como ya he hecho en otras ocasiones, la lentitud vergonzosa en su ejecución.
Faltan tramos casi tan importantes como el ahora inaugurado: Jumilla – Yecla, y el que más nos afecta, Yecla – Caudete, que una vez concluido comunicará directamente por autovía Murcia y Valencia, y supondrá un gran beneficio en tiempo y en seguridad a los muchos caudetanos que se desplazan hasta Murcia, del mismo modo que a partir de ahora se ha mejorado la comunicación con Valencia. Amén, por supuesto, del beneficio para los miles de vehículos que diariamente transitan por estas vías, especialmente camiones.
De nuevo, se anuncian como «prioritarios» por el Ministerio estos tramos de la autovía A-33. Vamos a poner el crono en marcha, y veamos lo que tardan…