Ayer robaban un vehículo en la calle Pérezgil de Caudete, y horas después era quemado detrás de la antigua fábrica de harina.
«Anoche, sobre las 20:30 horas, aparqué mi coche en mi calle, y sobre las 2:15 horas de la madrugada vino la policía a mi casa para avisarme de que mi coche estaba ardiendo no muy lejos de allí», nos explica Natalia, propietaria del vehículo.
«Cuando llegué al lugar, estaban la Policía Local y la Guardia Civil», relata Natalia, «pero enseguida les dieron el aviso de que otro coche se estaba quemando muy cerca, por lo que los agentes de la Guardia Civil se marcharon y una pareja de la Policía Local se quedó esperando a los bomberos».
«Me siento desprotegida. Alguien ha podido abrir mi coche, rebuscar, seguramente, entre mis cosas, pasearse con él y cuando se ha cansado lo ha quemado. Después se ha ido tan tranquilo a por otro», se lamenta.
Natalia afirma: «Todos sabemos quién es: ciudadanos, Policía Local, Guardia Civil… Pero, como me decía un agente esta mañana mientras ponía la denuncia, ‘necesitamos una orden de registro para ir a su casa a detenerlo, pero no nos la dan… Tenemos que esperar a verlo por ahí, y si lo detenemos, al día siguiente el juez lo deja en la calle'».
La cuestión es que en las últimas semanas son seis los coches quemados en Caudete, mientras crece el malestar y la rabia entre los ciudadanos.