Comunicado de José Miguel Mollá, Alcalde de Caudete
EL ACUSADOR ACUSADO
«Hay personas que a lo largo de su vida se han dedicado, entre otras cosas, a ejercer de “jueces” sin tener el título. Han intentado influir en el día a día de la vida de un pueblo y sus habitantes, han opinado, sentenciado y… ¿ejecutado? a todo aquel que les ha venido en gana o han creído merecedor de ello, olvidando aquella famosa frase que dice “quien esté libre de pecado que tire la primera piedra”. Normalmente, se aprovechan estas personas de la prudencia de aquellos a quienes ponen en la “picota” y someten al escarnio público sin contemplaciones.
Esta forma de proceder es, por sí misma, ruin e indigna, pero cuando, además, se lleva a cabo para hacer la “pelota” con el fin de intentar arañar algún voto, dice bastante de aquel que de tal modo procede.
Dicho lo anterior, voy a analizar y responder a un escrito que Joaquín Medina Iñiguez (Concejal No Adscrito del M.I. Ayuntamiento de Caudete) publicó el pasado 1 de diciembre.
José Ortega Requena, en un escrito en el que resume las actividades de la Banda de la Unión Musical santa Cecilia, dice (y menciona Joaquín Medina en su escrito) «…Sería una lástima y un tremendo error que se echase a perder todo esto, negando el futuro a muchos de nuestros jóvenes. Es lamentable retroceder 30 años cuando el camino está hecho y sólo se necesita el apoyo y la protección de nuestros dirigentes.»
Comparto con el directivo de la banda Sta. Cecilia D. José Ortega Requena y con todo aquel que pueda temer por el futuro de ésta, el miedo a retroceder en el tiempo, y la incertidumbre que genera este tiempo que nos ha tocado gestionar… Por eso, les quiero GARANTIZAR a todos aquellos que se sientan afectados que, mientras yo sea Alcalde de Caudete, NO LES DEJARÉ CAER. Ahora bien, esto no garantiza que no pasemos algún mal rato ¿Qué padre desea mal para sus hijos? ¿Acaso aquellos padres que les dan bocadillos a sus hijos por no poderlos invitar a comer en restaurantes, son peores padres? Quizás son más responsables, ¿no?
Más adelante escribe Medina:
«Estas palabras son el lamento sincero de un músico que sabe que algunos dirigentes de su pueblo, en un momento determinado, no se ven la punta de la nariz. Y Ortega lo dice con conocimiento de causa y con mucha mesura. En lo que a mí atañe, este músico puede estar tranquilo que no voy a poner en riesgo el futuro de nadie y menos el de una Sociedad que, a base de esfuerzo, tesón y trabajo, empieza a darnos beneficios a todos…»
No hay cosa peor que alguien que cree que, haga lo que haga, siempre es inocente… que todavía escribe desde fuera del puesto de mando. Querido amigo Medina, desde el aprecio que sabe que le tengo, le recuerdo que usted forma parte del grupo de personas que deciden qué y cómo se hacen las cosas en Caudete. Es más, usted tiene la llave para abrir o cerrar muchas puertas ¿o quizás se le ha olvidado, Sr. Medina? Voy a dar unos datos para que los lectores puedan sacar en claro si usted y otros ponen o no en riesgo el futuro de nuestra banda Sta. Cecilia y, si este Alcalde está intentando, en la medida de sus posibilidades, que nuestra querida banda siga adelante.
A finales de mayo nos vimos obligados a aprobar un Plan de Ajuste en el Ayuntamiento, que nos impuso el grupo socialista y USTED, Sr. Medina, con su voto. Como consecuencia de los recortes presupuestarios recogidos en ese Plan de Ajuste, a mediados del mes de julio más o menos (lo digo de memoria) y ante la proximidad de las Fiestas y otras muchas actividades, me reuní con Juanfran, el presidente de Sta Cecilia, y unos cuantos componentes de su directiva para comentarles el problema que teníamos, y que me veía obligado a decirles que no les íbamos a poder pagar, que si no querían tocar que lo dijesen y buscaríamos otra solución.
O sea, señor Joaquín Medina, impone usted con su voto un Plan de Ajuste que nos tiene completamente asfixiados y que para 2015 nos obliga a recortar un 5% más el Presupuesto Municipal, ¿y se atreve a decir que no será usted quien ponga en riesgo el futuro de nadie?
Lo que viene a continuación es para dedicarle, por lo menos, un pasodoble cantao y bailao a Chimo Medina.
«Me consta que el Alcalde no estuvo afortunado», dice Chimo Medina, « y que le faltó tacto ¡Que vamos justos de dineros!…es público y notorio. Pero, de ahí a intentar chantajear a la Banda diciéndole a su Presidente, víspera de fiestas, "que no van a cobrar"….¡hay mucho trecho! Lo que no esperaba nuestro primer Edil fue la sensata respuesta de Juanfran:…"seguiremos tocando y, cuando puedas, nos pagas". Pero…¿que pretendía el Alcalde? ¡Que se asustaran para tener el camino libre!…¿para qué? Esto no se le ocurre ni al que asó la mantequeilla.»
Dice usted “que le consta”… Tendría usted que dar algún dato más, ¿no? A mí también me constan muchas cosas de usted, Sr. Medina. Qué fácil es acusar, ¿eh? Amigo mío, probar cuesta un poco más. Le invito a que aporte pruebas de eso que dice que “le consta”.
Continúa diciendo que yo intenté “chantajear a la banda”. Me voy a reservar lo que pienso amigo, pero se lo puede imaginar. Usted sabe bien lo que significa esa palabra, lo he sentido en mis carnes. ¿Pero usted que se ha creído? ¿Quién se ha creído usted que es? Llamar a los directivos responsables de la banda para decirles la situación económica en la que nos encontrábamos, como consecuencia de una decisión que, como he dicho anteriormente, provocaron usted y el grupo socialista con el Plan de Ajuste que nos impusieron, y darles la opción de que, si lo ven conveniente, al no poderles pagar, que no tocasen ¿eso es chantajearlos? Por supuesto que agradezco que el presidente y su directiva, a pesar de todo, decidiesen que en nuestras Fiestas Patronales no faltase su acompañamiento a todos los actos, ¡faltaría más!
Dice que «¿Qué pretendía yo? …camino libre ¿para qué?». Perdóneme, Sr. Medina ¿Qué quiere decir o insinuar con estos comentarios? Debería usted de pensar antes de escribir. Y, sobre todo, cuando acuse o, peor todavía, cuando insinúe cosas respecto de la actuación de alguien, haga el favor de aportar pruebas, pues no todos somos iguales, ya se lo he dicho en alguna ocasión. Quedar como un mequetrefe a su edad no es lo más recomendable.
En otro momento dice usted lo siguiente:
«Ante la situación de malestar que gratuitamente generó, está más que justificado el temor que José Ortega manifiesta en su escrito. El Alcalde, si no lo ha hecho ya, todavía esta a tiempo de rectificar y de paso explicarnos cuales eran sus objetivos.»
Se da usted por contestado, Sr. Medina. ¿No cree usted que habría creado más malestar en la banda si los hubiese hecho tocar y, sin avisarles, después no les hubiese pagado?
Cuando en el siguiente párrafo comenta todo lo que comenta, ¿usted no tiene la sensación de que se pasa tres pueblos, Sr. Medina? ¿De que, al no aportar ningún tipo de prueba, hace el más grande de los ridículos, y pierde la credibilidad, si es que todavía le queda alguna? ¿A usted no le da la sensación de ser un irresponsable al estar colaborando en la ruina de un pueblo y, al mismo tiempo, querer aparentar que la culpa es de otros? A usted, con la edad que tiene, después de este “artículo” que ha escrito, ¿no le dan ganas de irse a un convento de monjes Cistercienses y no volver a abrir la boca y escribir una palabra en lo que le quede de vida? De verdad, ¿usted no tiene la sensación de estar haciendo mucho daño a aquellos que dice defender… a todos los caudetanos?
Sigue escribiendo Medina, «En la defensa de los intereses generales, al Alcalde la faltó tacto y le sobró agresividad gratuita. No cabe duda que el Presidente reaccionó bien cuando este le salió por peteneras. Pensó que se amilanaría amenazándolo con lo del dinero. Lo que no esperaba nuestro ínclito es que Directivos y músicos supieran estar a la altura de las circunstancias y que durante las Fiesta, la Banda "tocara a la sombra".Y además, …¡bien tocao!. Mi enhorabuena por tan espartana actitud ante una insensatez como la copa de un pino.»
Por supuesto, yo no soy infalible, soy bastante humano, por lo que cometo muchos errores y aprovecho para pedir disculpas por ello, pero nunca permitiré, a nadie, que ponga en duda ni mi honor, ni mi buena fe en todo lo que hago sin aportar pruebas, y menos, a quien con su falta de rigor y de seriedad, actuando como una milocha, está día tras día poniendo en riesgo el futuro y el bienestar de todo un pueblo.
PRUEBAS, SEÑOR MEDINA. PARA ACUSAR HACEN FALTA PRUEBAS, Y PARA CRITICAR A OTROS, ESTAR LIMPIO DE “POLVO Y PAJA”.»
José Miguel Mollá Nieto, Alcalde de Caudete