Me lo temía. Hace unas semanas ya advertía de los problemas que la administración pone a la hora de mantener la tradición de los disparos de arcabucería, pero si se confirma la noticia que aparece en «La Tribuna» de Albacete, podríamos estar llegando a un punto de no retorno.
Según dicha noticia, a partir de ahora sería necesario obtener un carnet para disparar trabucos, espingardas y arcabuces en las fiestas de Moros y Cristianos. No una autorización o licencia, como hasta ahora, sino que habrá que hacer un examen, y aprobarlo. Esto, de lo que todavía no tiene constancia oficial la Asociación de Comparsas de Caudete, sería exigible para todos aquellos que vayan a participar por primera vez en estos actos y no estén en posesión de la preceptiva licencia que actualmente se exige.
Para examinarse habrá que ir a polígonos de tiro autorizados, pagar el coste de los cursos y las tasas correspondientes, y aprobar.
Las grandes preguntas vienen a continuación.
¿Qué ocurrirá con los que actualmente tenemos licencia para disparar y se nos caduque? ¿Será también necesario hacer el examen?
¿Qué pasará si te falla el pistón cuando te encuentres delante de ese examinador que te estará observando inquisitivo? ¿Podrás repetir disparo con un nuevo pistón o te suspenderán? En caso de suspenso, ¿se podrá alegar mal estado de la pólvora, del pistón o una disfunción temporal transitoria del trabuco?
¿Qué arma se utilizará para hacer el examen? Teniendo en cuenta que no se puede transportar el arma en vehículo propio, si no es con una guía de transporte, ¿será necesario, además, obtener esta guía para hacer el examen?
Para los de La Antigua, ¿habrá un modelo de examen especial que dictamine si el tirador está capacitado para disparar en modo traca?
No está mal hacer alguna broma con esto, porque, como se suele decir, más vale reir que llorar. Pero no me diréis que no se está complicando la cosa de una manera absurda. Es más, creo que lo que se está haciendo es establecer nuevos mecanismos de recaudación: tasas, cursos, examinadores, etc. Si en Caudete se ha terminado prácticamente con las dianas de Fiestas tal y como las conocíamos hasta ahora, entre la normativa para disparar petardos y los problemas de cobertura de los seguros para ese acto, toda esto viene a complicar todavía más el asunto con el resto de actos festeros.
Vamos a esperar a conocer si todo es tal y como se cuenta o no, pero los indicios son inquietantes. Si ya era complicado que los festeros obtuvieran la licencia de armas de avancarga, hacer un examen suena a reducción drástica de festeros, lo que unido al precio de la pólvora, hace peligrar seriamente una tradición centenaria en nuestro pueblo.
Este año igual es de día cuando entre la Virgen tras la Procesión General…