El caudetano Juan Antonio Gil, junto a sus compañeros del equipo español, logró una de las gestas más brillantes del atletismo en la categoría máster 35 con el récord del Mundo que consiguieron en la prueba de 4×800 en la Reunión Villa de Madrid el pasado fin de semana.
Y es que después de meses de trabajo y entrenamiento, Juan Ramón Pous, Juan Antonio Gil, Octavio Pérez y Roberto Sotomayor pudieron hacerse la tradicional foto de los récords junto al marcador del estadio al rebajar en más de cuatro segundos la anterior plusmarca, que estaba en posesión de Estados Unidos.
Los buenos resultados logrados por todos ellos en los últimos tiempos les hacían ser optimistas de cara a conseguir su gran objetivo, pero la euforia se desató al cruzar la línea de meta el último relevo en una prueba en la que, eso sí, solo competían contra ellos mismos. Un hecho que lejos de ser una ventaja, aseguran que les perjudicaba.
El propio Octavio Pérez, en declaraciones a Superdeporte ayer, destacó que «estamos muy contentos por el récord, porque además era muy complicado lograrlo al correr solos. Si hubiéramos tenido a alguien por delante abríamos logrado mejor crono y habríamos perdido algún segundo menos».
Un pequeño inconveniente que, sin embargo, no les impidió lograr un récord del mundo histórico que celebraron anteanoche por todo lo alto junto y con la compañía de algunos de los familiares que se desplazaron a Madrid para animarles. «Tenemos que celebrarlo ahora con las familias y empezar a preparar el Campeonato de España que se disputará en junio en Elche, donde en lugar de compañeros, seremos ya rivales. Juanra es campeón del mundo y de España y quizá es el gran favorito, pero hay que tener en cuenta que también volverán a competir si no pasa nada raro los hermanos Esteso, que en principio vuelven después de estar un tiempo lesionados».
El tiempo de 7:51.47 queda ya grabado en la memoria y el palmarés de todos ellos, después de superar la anterior plusmarca mundial que estaba fijada en 7:55.80.
El propio Juan Ramón Pous destaca también que «mis compañeros han hecho muy bien su trabajo y en el último relevo pensé que no podía fallar. Esta ha sido mi mayor alegría deportiva porque ha sido en equipo y ha habido mucha complicidad entre todos».
Juan Antonio Gil, de Caudete, añade que «es una alegría muy grande porque es un récord del mundo y lo hemos logrado cuatro amigos. Ha valido la pena todo el esfuerzo por lograrlo».
El madrileño Sotomayor concluye destacando que «estamos en la época dorada del atletismo de veteranos, pero la guinda que faltaba era un récord del mundo así».