Desde la aparición de las polémicas imágenes del matadero de Caudete, he podido leer multitud de opiniones en las redes sociales. Algunas, muy acertadas. Otras, verdaderas barbaridades…
Muchos de vosotros recordaréis la costumbre de matar un cerdo en casas particulares, una actividad considerada entonces una fiesta, en la que se reunían las familias, y que estaba muy extendida por todo el país. Caudete no era una excepción… Entonces no había aturdidores, y el animal moría con cierta rapidez si el matarife tenía experiencia y estaba acertado ese día. Pero, a pesar de ese primer momento menos agradable, el resto del día era un jolgorio, preparando morcillas, longanizas y comiendo, comiendo mucho, y bebiendo vino.
Nosotros, durante muchos años, fabricamos embutidos y jamones, y tuvimos un matadero de cerdos. Pero es cierto que llegó un momento en que las leyes y las normativas empezaron a exigir sistemas para evitar sufrimiento a los animales. Como la implantación de estos sistemas no era económicamente viable en aquel momento para las pequeñas empresas, y como el objetivo de la Administración era acabar con todos los pequeños mataderos, simplemente lo cerramos, como miles en toda España. Sinceramente, me alegré.
Entrar en un matadero nunca es agradable. Quienes allí trabajan tienen la misión de matar animales, pero ¡por favor!, no por ello son mejores o peores personas. Se trata de un trabajo, cuya finalidad, al fin y al cabo, es alimentar a las personas. Muchísimos de quienes critican e insultan a las personas que trabajan en un matadero, llevan tranquilamente a sus hijos a comer hamburguesas, se meten entre pecho y espalda un buen entrecot, o se comen unas alitas de pollo cuando les apetece.
Pero claro, antes de eso, hay que sacrificar animales. Y, como digo, no es agradable hacerlo, ni tampoco ver cómo se hace.
El problema del que estamos hablando es que las imágenes muestran unas malas prácticas en el matadero en cuestión. No se utilizan aturdidores, se golpea a los animales… Hoy en día, todo eso está prohibido y no debe hacerse así. Para eso hemos ido avanzando, y es bueno que la tecnología permita evitar el máximo de sufrimiento a los animales. La ley hay que cumplirla, y no hay que darle más vueltas a eso.
La empresa que gestiona el matadero es la responsable primera de que se cumplan las normas, y la Dirección Provincial de Sanidad, a través de los veterinarios, la que debe supervisar ese estricto cumplimiento, porque esa es su función. Además, Sanidad es la que tiene la potestad para abrir o cerrar un matadero, o bien exigir las reformas necesarias para el correcto funcionamiento de estas instalaciones.
De todas formas, hay algo que no tengo muy claro… ¿Quien colocó una cámara oculta en una instalación privada? ¿Esto es legal? Me resulta un tanto extraño. Tampoco me parece muy acertado que aparezcan niños en el video de Equalia. Es mi opinión…
Insisto en que tendemos muchas veces a pasarnos de frenada. Dejando claro que el respeto a los animales debe estar siempre presente, y que evitar el sufrimiento antes de su muerte es una obligación, también es igualmente cierto que los seres humanos somos animales omnívoros, y que nos alimentamos de carne. Actualmente, hay otras opciones de alimentación, y de algo más de 7.500 millones de personas en el mundo, alrededor de 600 millones son vegetarianas o veganas, pero se trata de una alimentación basada en una decisión forzada por cada persona. Es decir, se modifica la alimentación en función de unas necesidades (por enfermedades, generalmente), o por ideas y principios (no se desea comer nada de origen animal, por ejemplo).
En cualquier caso, esperemos que se tomen las medidas adecuadas y que se cumplan escrupulosamente las normas en los mataderos, tanto en este, como en el resto.
Caudete Digital