Quienes viven en pueblos ganan menos que en la capital, pero la desigualdad del entorno en el que viven es la misma. Esta es una de las conclusiones que se extraen de la base de datos de renta personal de los municipios españoles que hace unos días presentó la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea).
Esta herramienta, firmada por los profesores de la Universidad Complutense, Miriam Hortas y Jorge Onrubia, analiza la renta y desigualdad de los municipios de más de 5.000 habitantes de todo el país a partir de microdatos del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF) suministrados por la Agencia Tributaria relativos al año 2007, es decir, que estas cifras están referidas a antes de la crisis. Aunque el IRPF representa más de las tres cuartas partes de los ingresos totales, en esta investigación no se han tenido en cuenta otros ingresos como las rentas de capital o las plusvalías.
En nuestra provincia se analizan seis localidades, además de la capital; entre las siete poblaciones representan a más del 50% de la población provincial. Los vecinos que tienen su domicilio en la ciudad de Albacete son los que poseen una renta personal media por declarante más alta: más de 21.500 euros de media por contribuyente, un 23% más sobre quienes viven en Almansa y hasta un 43% de lo que declaran los vecinos de Tarazona de la Mancha.
Si nos comparamos con el resto de localidades de Castilla-La Mancha, la capital se sitúa por encima de la media, en el puesto número 11 de un ranking de 64 localidades. Ahora bien, el resto de municipios de la provincia están a la cola en cuando a renta personal media. Sólo Almansa y La Roda, con sus más de 16.000 euros de renta media por declarante están entre los 30 primeros puestos. En el resto de los pueblos albaceteños, las rentas declaradas son bastante modestas. Tarazona de la Mancha es el más ‘pobre’ de todas 64 localidades castellano-manchegas analizadas y Tobarra está muy cerca, en el puesto 60.
Ahora bien, una cuestión es la renta y otra es cómo se distribuye. Los profesores de la Complutense han calculado el índice Gini para cada uno de los municipios y así conocer su grado de desigualdad.
En este parámetro, donde 0 es la perfecta igualdad (es decir, todos los habitantes tienen los mismos ingresos) y 1 se corresponde con la mayor desigualdad (una persona reúne todos los ingresos y los demás no perciben ninguno), encontramos que en la provincia de Albacete el grado de desigualdad es bastante parecido en la capital con respecto a los municipios estudiados.
La mayor desigualdad se da en Albacete y La Roda, con un índice Gini de 0,47. Le seguiría Tobarra, Hellín, Almansa, Caudete y Tarazona de la Mancha. Estos dos últimos municipios serían los que mejor distribuyen las rentas entre sus vecinos, aún así su índice Gini de un 0,42 dista aún bastante de un buen reparto. La conclusión sería, por tanto, que a mayor ingreso medio por declarante, mayor desigualdad en la distribución de la riqueza.
La base de datos puesta a disposición por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada también muestra la concentración de renta local que acumulan los declarantes con más ingresos de cada municipio. Así, en la ciudad de Albacete el 1% de los declarantes con mayor renta acumulaban más del 13% de los ingresos agregados al municipio: es decir, que 763 personas se repartían 216 millones de euros. En Almansa ese 1% (104 almanseños) concentraban el 11,6% de las rentas (19,8 millones de euros). En La Roda y Hellín la situación es parecida. Así, entre 64 rodenses (1% de la población declarante) ingresan algo más de 10 millones de euros (9,46% del total de ingresos).
En Hellín, un 1% de los declarantes (115 hellineros) se reparten un 9,16% de la renta total (15,6 millones de euros). En Caudete, 41 vecinos (1% de los declarantes) acumulan un 8,5% de las rentas (poco más de 5 millones de euros). En Tobarra 30 de sus habitantes (1% de los declarantes) ingresan el 7,5% de las rentas (2,9 millones de euros). Por último, en Tarazona de la Mancha un 1% de los vecinos (25 vecinos) aglutinan poco más de 2 millones de euros, el 6,4% de todos los ingresos del pueblo.
En las próximas fechas, los profesores que han diseñado esta base de datos irán ampliándola, incorporando los años comprendidos entre 2002 y 2010. Un paréntesis que permitirá apreciar los efectos de la crisis. Los autores de este base de datos defienden que los ingresos obtenidos anualmente por los residentes en un municipio constituyen un indicador económico muy utilizado para estudiar la economía urbana, el federalismo fiscal, la vivienda y hacer otros análisis territoriales.
Fuente: La Tribuna