Fuente: FEDA Caudete /
La Federación de Comercio de Albacete, FECOM, integrada en FEDA, se suma a la Confederación Española de Comercio, CEC, solicitando una regularización y clarificación del concepto de las rebajas que permita recuperar el impacto positivo de las mismas y generar una mayor seguridad en los consumidores, siguiendo el ejemplo de países de nuestro entorno como Francia e Italia.
La liberalización de las rebajas en 2012 ha dado pie a una guerra de precios salvaje, con márgenes cada vez más estrechos que impiden al pequeño comercio competir con las grandes superficies. Por ello, para FECOM resulta esencial regularizar y clarificar el concepto de las rebajas, para permitir que los comercios puedan vender en buenas condiciones durante un periodo de tiempo limitado y suficiente y no distorsionar el mercado con grandes maratones de descuentos y promociones encadenadas a lo largo del año.
Ante la falta de regulación, las rebajas se mantienen por tradición, pero se han convertido en un periodo de descuentos más. “Para agravar más la situación actual, el adelanto de la campaña, empieza a ser ya masivo, no hay ningún tipo de regla, y los grandes perjudicados son los pequeños comercios que se ven empujados a competir como pueden, pero lógicamente en una clara desventaja”, señala José Lozano, presidente de FECOM.
Una clarificación del concepto derivaría así mismo en una mayor seguridad para el consumidor. El desorden y desequilibrio en cuanto a las fechas, da lugar a ambigüedad en los clientes, que carecen de información exacta del comienzo y final de la campaña.
En este sentido, FECOM se hace eco de la propuesta de la CEC de realizar una revisión de la medida, no únicamente para regular y delimitar los diferentes períodos, sino también para que los productos se correspondan con el excedente de temporada y no unos adquiridos ex profeso, ocasionando de este modo un perjuicio de calidad y garantías para el cliente.
En el contexto de vulnerabilidad actual, recuperar el concepto original de rebajas, concebido para sacar los stocks de temporada que no se han vendido durante la misma resulta, para el pequeño comercio, una cuestión esencial. Solo así podrá recuperarse de la estrepitosa caída de la facturación registrada durante el estado de alarma de hasta el 31,5% en abril respecto al mismo mes del 2019, según el INE.