Vibrante comienzo de las Fiestas de Caudete, con un adelantado Saludo a las Capitanías que permitió realizar el resto de actos del día con menos prisas que de costumbre.
El Pregón, a cargo de Ricardo Mollá, fue redondo, y no dejó lugar al aburrimiento. Divertido, con chispa, con buen humor y con el ritmo de quien está acostumbrado a dirigir la sensibilidad del público. Fue lo que debe ser un pregón, combinando anécdotas festeras con momentos entrañables y, por supuesto, con la música por encima de casi todo.
La Retreta tampoco defraudó, con una gran concurrencia de caudetanos por las calles, divirtiéndose como si no hubiese un mañana. Pero lo había, y aquí está: 6 de septiembre.
El día promete. Caudete promete. Apenas si habrá hueco: una mañana intensa, con los Volantes como protagonistas, dejará paso a una tarde explosiva: una explosión de color, una explosión de música, una explosión de alegría. La Entrada… ¡Ahí es nada!
Pues sí. El día promete, y Caudete nunca miente.