Comunicado del Grupo Popular Municipal –
«El pasado mes de junio se cumplió el primer año de gobierno del segundo mandato de José Miguel Mollá como Alcalde de todos los caudetanos. Con tal motivo, queremos hacer un breve resumen de lo ocurrido en ese tiempo en nuestro Ayuntamiento.
Para comenzar, tenemos que decir que es cierto que algunos “gurús” de la política local predecían una amplia derrota de Mollá en las elecciones locales de 2015. Para realizar sus análisis predictivos se les olvidó a estos “gurús” tener en cuenta que la gente, los ciudadanos de a pie, los que sufren y pagan los caprichos y desmanes de los políticos, también piensan y tienen su propio punto de vista de la situación que, casualmente, es el dato más importante de cuantos hay que manejar para llevar a cabo sus premoniciones.
Como los demás grupos no consiguieron ponerse de acuerdo en presentar un candidato común para alcalde, decidieron votarse cada cual a sí mismo y dejar la puerta abierta para, más adelante, intentar ese acuerdo y, mediante una moción de censura, echar de la alcaldía a Mollá. Lo cierto es que, por una u otra causa, José Miguel Mollá fue investido Alcalde por segunda vez.
El primer toro que tuvo que lidiar el Grupo Municipal Popular fue el de las posibles liberaciones y retribuciones de concejales para su dedicación a la gestión municipal. En este punto creemos que es importante resaltar que el PP propuso liberaciones de concejales cuyo importe ascendía a la mitad (75.000 € para cuatro liberados) de lo que costaba esto mismo en tiempo de los socialistas. Curiosamente, los grupos de la oposición (menos Ciudadanos) ofrecían una partida de 54.000 €. Posteriormente, y con el fin de llegar a un acuerdo, Mollá llegó a bajar sus pretensiones de 75.000 € a 65.000 €. Los grupos Iniciativa, Ganemos y Psoe no se movieron un ápice de su oferta inicial, que les recordamos que eran 54.000 €. Desde el PP consideramos que era una “afrenta” rebajar más nuestras pretensiones, puesto que los únicos que habíamos dado “nuestro brazo a torcer” en pos de un acuerdo habíamos sido nosotros, por lo que decidimos no aceptar la oferta.
Uno de los argumentos más utilizados por la oposición para negar las liberaciones de concejales del Grupo Popular fue “que el trabajo en realidad lo hacen los técnicos, que los políticos no hacemos nada”. Por esa misma regla de tres, se deduce que el político no tiene por qué ser experto de la materia que defienda. Cualquiera puede ser concejal de cualquier cosa, porque como se lo van a hacer todo los técnicos… ¿no? Vista la cerrazón que mantenían los opositores, y que durante la campaña habían repetido una y otra vez que ellos lo único que querían era trabajar por su pueblo, José Miguel Mollá, nuestro alcalde, tomó una decisión novedosa y pionera en toda España: sorteó aleatoriamente todas las concejalías entre todos los concejales, incluidos los del PP, para que de este modo todos pudiesen trabajar por su pueblo, como se habían comprometido con sus ciudadanos.
Es de agradecer, y así lo hemos hecho en múltiples ocasiones, y ahora también, que todos aceptasen las concejalías que les tocaron en suerte. José Miguel hizo el sorteo convencido de que podía dar resultado la fórmula, aunque hay que reconocer que tuvimos dudas de que aceptasen gestionar dichas concejalías, como así ocurrió finalmente.
Conscientes de que eran concejales de colores políticos tan diversos, Mollá optó por darles autonomía en su gestión, para que no tuviesen que estar pendientes del visto bueno del Alcalde para cada cosa que quisiesen hacer. Así, les dió la máxima autonomía que permite la ley. Pero claro, una cosa es predicar y otra muy distinta, dar trigo. Cuando los concejales se enfrentaron con la cruda realidad de gestionar sin dinero, de que lo que creían que se los iban a hacer los técnicos, se lo tenían que hacer ellos, que hay que echar y sacrificar muchas hora tuyas y de tu familia para llevar con dignidad tus proyectos… se desinflaron y buscaron una excusa para dejar sus concejalías.
¿Cual fue el chivo expiatorio que buscaron? Mollá. Y comenzaron con la cantinela: con Mollá no se puede hablar, con Mollá es imposible entenderse, Mollá no sabe coordinar, etc, etc. En definitiva, excusas de mal pagador. Se habían dado de frente con la cruda realidad y querían librarse de ella y mantener la “calidad de vida” que tenían antes de entrar en la vida política.
Mientras todo esto ocurría, el Ayuntamiento no paró ni un solo segundo. Se avanzó firme sobre un gravísimo problema para Caudete: Geursa. La empresa urbanística municipal podía perder todas sus propiedades y dejar sin futuro desarrollo industrial a Caudete y los caudetanos. Con la colaboración y asesoramiento de muchas personas, hemos conseguido revertir este peligro y, afortunadamente, a día de hoy Geursa está totalmente extinguida y liquidada, y la deuda de casi dos millones de euros que nos asfixiaba, hemos conseguido aplazarla en cómodos plazos y, además, hemos mantenido todas y cada una de nuestras propiedades, por lo que Caudete tiene asegurado su futuro desarrollo industrial.
Otro nubarrón que nos amenazaba era el pozo que suministra la mayor parte del agua que consumimos los caudetanos, y que ustedes recordarán que en diversas ocasiones les hemos contado que nuestros gobernantes socialistas pincharon en “casa del vecino”, concretamente en terrenos de la comunidad de regantes del Canal de la Huerta de Alicante (no tenían a otros a quien gastarles le “broma”, pues son una empresa potentísima de gestión de agua) y que, como consecuencia de dicho “error”, nos reclamaban más de 350.000 €.
En estos días hemos recibido la sentencia en la que se nos da la razón al Ayuntamiento de Caudete, y tan sólo tendremos que pagar el importe de la expropiación del suelo donde está ubicado el pozo. Otra amenaza que ha quedado disipada y que ayuda a mejorar la economía municipal.
En materia laboral, la práctica totalidad de las empresas locales han ampliado sus plantillas, lo cual nos ha permitido cerrar el mes de junio con 37 parados menos que en mayo, lo que nos sitúa en 983 parados, la cifra más baja desde que comenzó la crisis. Pronto abrirá sus puertas la fábrica que se le exigió al concesionario de la cantera nueva, cosa que también nos permitirá mejorar estas cifras.
Con el fin de apoyar la mejora de la economía productiva local, el Ayuntamiento ha bajado algunas tasas que afectan a bares, pequeños comercios y empresas locales.
A día de hoy, nuestro Ayuntamiento es uno de los que más ha mejorado su situación económica y, entre otras cosas, puede presumir de haber pagado la paga extraordinaria que se adeudaba a los funcionarios sin haber causado ningún “trauma” a las cuentas municipales y, por ejemplo, también puede presumir de pagar a sus proveedores casi al día, cosa que no hacen ni los particulares. Esto también nos está permitiendo mejorar los precios de aquello que compramos.
Los presupuestos de 2016 los hemos consensuado nosotros en menos de 2 meses con Iniciativa Independiente y Ciudadanos, y ya se han aprobado en Pleno, tan solo falta el periodo de exposición y alegaciones. El concejal Quique Pagán, del PSOE, debería haberlos sacado adelante cuando fue concejal de Hacienda, pues contaba con el 100% del apoyo, al ser todos los concejales del Equipo de Gobierno, y no fue capaz. Es más, salió en televisión diciendo que iba a resultar imposible sacarlos adelante, a pesar de que proponía sacar un préstamo de 500.000 € (lo mismo que hacía su compañero Montesinos en sus tiempos de concejal de Hacienda). Sin embargo, para finales de agosto Caudete tendrá los presupuestos definitivos con los que gestionar todas sus actividades.
Por cierto, unos presupuestos que, como dice nuestro Alcalde, van a suponer un antes y después en la gestión municipal, pues aunque no se va a pisar el acelerador del gasto, sí se va a levantar el pie del freno, sobre todo en algunas partidas destinadas a labores sociales.
Pero no todo va como “la seda” hay “frentes” como el de la seguridad ciudadana que, a pesar de haber mejorado ostensiblemente, todavía sufre algunos repuntes esporádicos que resultan casi inevitables y nos proporciona disgustos de vez en cuando. Fue éste uno de los compromisos que Mollá adquirió con los ciudadanos y que podemos asegurar que mantiene en su mente cada segundo de cada día. Pero ésta es una labor que se realiza desde la discreción y la constancia y que, poco a poco, irán percibiendo los ciudadanos. Es algo que no se puede acometer de un día para otro, y menos todavía cuando uno de los “actores” más importantes para el éxito, como es la policía local, no colabora lo suficiente para llevar a cabo la labor por la que cobran, y muy bien cobrado, cada mes. Todos sabemos lo complicado que es hacer que algo funcione cuando quien lo tiene que hacer funcionar se niega en redondo y, además, sus “derechos” les asisten…
En materia medio ambiental, es de resaltar que aunque alguna persona con “manías persecutorias” se empeña en decir una y otra vez que no se ha hecho nada contra la empresa que realiza ciertos vertidos incontrolados y derriba árboles, podemos asegurar que no es verdad, que se ha hecho todo lo que legalmente nos permite la ley y que éstos son procedimientos muy largos pero seguros.
Todo esto se ha podido conseguir gracias a que el Equipo de Gobierno lo componemos un grupo unido y cohesionado, que no se deja doblegar por los vaivenes a los que es sometido, capaz de ceder en sus objetivos personales (salarios, proyectos políticos, etc.) para conseguir lo mejor para Caudete y los caudetanos.
Aunque algunos de esos “gurús” se empeñan en decir y querer hacer ver otras cosas, más que nada para “justificar” sus fracasos predictivos, lo cierto es que, poco a poco, se van consiguiendo los objetivos y Caudete va saliendo del atolladero en que algunos ilustrados lo metieron.
Queremos terminar diciendo a todos los caudetanos que estén tranquilos, que sabemos lo que hacemos y que para dentro de tres años, cuando acabe este mandato, Caudete habrá vuelto a brillar con todo el esplendor que otros le quitaron.»
Fuente: Grupo Municipal Popular