Nunca es tarde si la dicha es buena. Dice el PSOE, no sin cierta razón, que al inicio de la legislatura se barajó la posibilidad de algo parecido, pero que finalmente no se llevó a cabo. Son muchos los años de enfrentamiento constante entre José Miguel Mollá, y José Antonio Montesinos y Concha Vinader, especialmente. A su vez, Francisco Estarellas es otro político de corte "duro", con infinitas reservas respecto al contrincante. Con todo esto, los recelos entre unos y otros son la tónica general.
De los diecisiete concejales del Consistorio caudetano, una amplia mayoría llegamos hace dos años sin apenas experiencia política. Sin contaminar. Por eso, en muchas ocasiones no entendemos el por qué de muchas cosas, de muchas decisiones, de tanto miedo, incluso de tanto odio, a veces. Una parte importante de las energías se gastan en estrategias en contra del contrincante político, no en favor del pueblo, y no me refiero sólo a quienes ahora gobiernan, sino también a la oposición.
Las negociaciones con Chimo Medina, por ejemplo, han condicionado multitud de proyectos y decisiones. El PSOE, en principio, no veía mal la adjudicación del agua a una empresa especializada, como es lo normal. Sin embargo, a raíz de sus negociaciones con Chimo, se vencieron hacia esta opción para contentarlo. Igualmente, también el PP, que no era partidario bajo ningún concepto, terminó por aceptarlo, y ahora nos encontramos que en quince días se va a municipalizar el agua, algo que dieciséis de los diecisiete concejales no compartíamos en un principio… Sólo espero que todo salga bien, pero mucho me temo que este proyecto de municipalización va a estar plagado de problemas.
Tras la ruptura con el Grupo de Gobierno, he decidido seguir mi camino de forma independiente, aunque, como ya he dicho, aceptaré la Concejalía de Fiestas si el PSOE asume alguna otra concejalía. Lo que quiero es trabajar por mi pueblo, pero es obvio que no puedo hacerlo si no es con un gobierno en el que participemos todos.
Las formas de hacer política tienen que cambiar. El tono y las actitudes también. Hace falta humildad, responsabilidad y darse cuenta de que nos debemos a las personas, y no al contrario. Por eso, me hago la pregunta que encabeza este escrito, ¿seremos capaces…?