LA CANDELARIA, SAN BLAS… Y FEBRERICO EL CORTO

Ayer, coincidiendo con el día de la Virgen de la Candelaria, se encendieron las luces para que su majestad Felipe VI encargara la formación de gobierno a Pedro Sánchez previa sesión para conseguir la investidura del mismo a presidente.  Ya le ha llegado el turno, enrocado aún en su negativa a dialogar nada con el Partido Popular.

Hoy, coincidiendo con el día de San Blas, patrón de la garganta, se observa claramente en los mentideros políticos el carraspear de muchos que seguramente anden encendiendo candelas a San Blas para evitar que el paso adelante de Pedro Sánchez (difícil y arriesgado paso) les deje descolocados, porque en política es muy usual el “donde dije digo, digo diego” y tanto propios como extraños temen que los pactos necesarios para ser investido presidente le lleven a concesiones poco recomendables no ya por los “digo diego” de Pedro, sino por los “digo diego” de otros.

De momento,  como siempre ha pretendido, Pedro Sánchez ya tiene los focos sobre él y aún en el caso de que no consiga ser investido, de cara a unas nuevas elecciones, al menos se habrá quitado de encima el sambenito de que se tienen que celebrar por su culpa y para los electores de la izquierda ésta recaerá en los líderes de Podemos, que no habrán conseguido obtener un pelele de la figura del secretario general del PSOE y tendrán que rendir cuentas de esa intransigencia. Por eso creo que con lo astutos que son Pablo Iglesias y su gente, no van a provocar el ir a unas nuevas elecciones en las que queden retratados como culpables de la celebración de las mismas. Saben que aquí la mano tendida a la izquierda de Pedro Sánchez les está pasando esta patata caliente y temen, no ya no poder dar el famoso “sorpasso” al PSOE, sino que tendrían que pagar un coste electoral importante. Yo creo que llegados a este punto los “digo diego” de Podemos serán los más habituales. Independentistas necesarios de todo pelaje aparte.

Por el otro lado, la mano derecha tendida por Pedro Sánchez sólo llega hasta Ciudadanos (que   ya no le parece que sea la marca blanca del  PP). El partido de Albert Rivera no ha llegado a convertirse a nivel nacional en bisagra de nada y principalmente quiere alardear de su papel de mediador  esperando que no haya unas nuevas elecciones pues, como en la izquierda, mucho voto volvería a su antiguo redil. Ciudadanos perdería por quedarse cortos y Podemos por querer pasarse.

Mariano Rajoy no ha querido focos de investidura. Sabe que a estos se iban a añadir los de la corrupción en su partido que cada día nos trae algo nuevo y le iban a dar más que a una estera. Queda a la espera de que si Pedro Sánchez se quema, seguir ofreciendo la gran coalición con Ciudadanos y un Partido Socialista sin aquel, opción de gobierno que como la mayor parte de la opinión pública estima sería la más aconsejable.

Pues bien, hasta aquí hemos llegado. Veremos si estas cuatro semanas que nos depara febrerico “el corto”, sirven para dar a luz a un Pedro Sánchez, en su caso creo yo, “el breve”. Pero vamos, que este año es bisiesto y el mes trae veintinueve días. Precisamente cumpleaños de Pedro ese último día de mes.

Gaspar Albertos.