El siguiente artículo debería haber salido publicado en la Revista de Fiestas de este año, pero por una cuestión técnica no ha podido ser así.
Como casi toda en la vida tiene solución, el artículo será leído en Caudete Digital por todos los que queráis conocer un poco más la trayectoria de Fantasía Mirena, una emblemática escuadra femenina de la Comparsa de Mirenos que este año cumple 25 años…
¡Felicidades!
A continuación, tenéis el artículo completo…
Cumplimos 25 años
¿Han pasado 25 años? Hemos repasado las fechas unas cuantas veces y sí, aunque parezca imposible, estamos celebrando nuestro primer cuarto de siglo desfilando como Fantasía Mirena y queremos recordar anécdotas e historias de todos estos años en los que hemos crecido como personas, festeras y mujeres.
Éramos unas niñas
Un grupo de amigas donde todas (o casi todas) éramos festeras, pero no todas mirenas. Teníamos la ocasión perfecta para formar escuadra, convencer en casa para salir en esta Comparsa y desfilar juntas. Nuestra amiga Beatriz Martínez era Dama de la Comparsa con la familia Arellano que ese año, en 1999, hacía la Fiesta y queríamos acompañarla. Y tanto que lo hicimos, porque además de Dama fue Reina y nos tomamos el papel muy en serio: salimos a los desfiles, Ofrenda, Diana y hasta por las mañanas acompañando al Capitán delante del Estandarte.
Hicimos reuniones para ponernos de acuerdo, alquilamos los trajes a la Escuadra Mala Cara y, nerviosas e ilusionadas, ya supimos lo que significa la lluvia en unas Fiestas. La primera Entrada fue pasada por agua y tuvimos que refugiarnos un par de veces en las casas de la calle Las Eras, pero no nos quitó la ilusión.
Nos los pasamos tan bien que el siguiente año se sumaron más mirenas y volvimos a alquilar, esta vez a Bizarría (año 2000) y unas Fiestas después disfrutamos de los trajes amarillos de Linaje (año 2001). ¡Vaya desfiles de disfrutar!
Los ánimos iban a más y empezamos a plantearnos estrenar nuestro propio traje y pedimos un diseño a los hermanos Llorens, que entre las risas de las pruebas y nuestras ocurrencias acabaron dándole forma a esa ilusión. Éramos estudiantes y teníamos que «recortar» de donde pudiésemos para cubrir los gastos, así que pusimos a nuestras familias a hacer los madroños de la madroñera… ¡Hasta alguna abuela nos los peinó con cardón!
Con estos primeros años de desfiles llegaron las obligaciones: los años de Universidad, estudiando fuera, y en los que cuando empezábamos las clases mirábamos las fechas de los exámenes de septiembre para saber las asignaturas que teníamos que aprobar si queríamos estar en Fiestas… Fiestas en las que también nos hacíamos nuestras primeras camisetas para la Retreta, y siempre queríamos encargarnos de la barra de las cenas de sobaquillo para sacarnos un dinerillo extra.
En el 2005 nos invitaron a desfilar a L’Ollería y allá que nos fuimos. No nos faltó de nada: autobús, comida, música y desfile… ¡Qué buenos recuerdos y anécdotas de aquel día que seguimos rememorando a día de hoy!
Llegó el 2006 y estrenamos nuestro añorado traje azul. ¡Una maravilla de vestido! ¡Qué día para el recuerdo! Esa ilusión contagiada entre nosotras, bajar al Santo Cristo pletóricas de alegría, entusiasmadas y con los sentimientos a flor de piel.
No entendíamos de cansancio y también nos apuntamos a llevar el palio de nuestra Virgen de Gracia. Lo hicimos en la bajada del 10 de septiembre, con mantilla y peineta. «Si queréis, podemos echarlo a la carroza en el tramo de las monjicas a la Cruz», nos dijo la Mayordomía, y nosotras muy seguras dijimos «No, no… Si salimos, salimos». ¡Hasta callos en las manos nos salieron!
En el 2007, año del Centenario de la Comparsa, y donde también celebramos los Encuentros Contrabandistas, participamos activamente en todo lo que pudimos. El simposio, comida, desfile… ¡Otras Fiestas para el recuerdo!
Algunas compañeras salían de la escuadra y otras llegaban para formar parte de Fantasía Mirena. En el año 2012 estrenamos un nuevo diseño inspirado en un capote de torero y en el 2016 otro vestido haciendo guiño a un abanico.
Pasan los años, pasan las Fiestas… y mientras tanto la vida
Los años fueron pasando, y además de Capitanías y damas, que hemos tenido cuatro y tres de ellas han sido Reina de Fiestas, también llegaban las obligaciones: los primeros trabajos, el guardarnos vacaciones para poder estar, devolver favores o irnos a trabajar casi sin dormir para seguir llenando la escuadra.
Llegaron las bodas y los primeros embarazos. Otra vez a hacer malabares y contar cuántas éramos para cada desfile… «Ponme un empalme por detrás y cerramos el corsé como podamos» o «Me siento hasta la hora de salir que estoy mareada», pero haciendo lo posible y lo imposible para volver a formar en cuanto escuchábamos la música.
Somos festeras de corazón, participamos en actos de disparo, vamos a la Embajada y muchas de nosotras también somos mayordomas. Podemos decir que lo llevamos dentro e intentamos transmitirlo a nuestros hijos para que sigan con este legado y vivan estos días de Fiestas tan especiales, donde los problemas se relativizan y los encuentros y reencuentros siempre son motivo de alegría.
Desde aquí damos las gracias a todas las que han formado parte de Fantasía Mirena a lo largo de estos 25 años, habiendo formado parte de nuestra pequeña historia, pero también a nuestras familias, que esperan a vernos pasar aplaudiendo y sonriendo con la mirada. Todas tenemos un sitio, una esquina del desfile donde sabemos quién nos espera, pero a lo largo de estos años también hemos pasado sabiendo que alguien ya no ocuparía su silla, pero sí nuestro corazón…
¡Felices Fiestas, y vamos a por otros 25 años más!
FANTASÍA MIRENA
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