Vivimos en un mundo globalizado e interconectado, y por mucho que queramos, es difícil mantenerse al margen de esta vorágine en la que hemos convertido nuestras relaciones sociales.
Las ventajas que nos ofrece la tecnología son indiscutibles, pero hemos de estar atentos también a sus desventajas y a los problemas que puede generar la extrema facilidad de comunicación que se nos ofrece a través de unos pocos clicks. Nos estamos refiriendo especialmente a los niños, que si bien son capaces de dominar la parte tecnológica desde edades muy tempranas, no ocurre lo mismo con la parte afectiva y psicológica.
Hemos de tener en cuenta que los niños son especialmente vulnerables en las redes sociales, y que su uso debe estar controlado por sus padres. El problema está en que muchas veces los padres están superados por los hijos en materia tecnológica, y son los niños, en demasiadas ocasiones, los que organizan sin control parental su vida social a través de las redes, con el potencial peligro que esto supone.
Los padres necesitamos en más ocasiones de las que creemos asesoramiento profesional para que nuestros hijos no sufran problemas como el grooming (una práctica a través de la cual un adulto se gana la confianza de un menor con un propósito sexual), el sexting o intercambio de fotografías o vídeos con contenido erótico entre los propios jóvenes, con las que luego llegan a extorsionarse causando daños psicológicos importantes, o el conocido como ciberbullying, o acoso entre menores.
Encuentra tu abogado antes de actuar por tu cuenta. Es importante seguir los pasos adecuados antes de cometer uno mismo, sin quererlo, un delito. Recuerda que los conflictos suelen ser entre menores, y actuar por cuenta propia suele acarrear más problemas añadidos cuando se dan situaciones de este tipo.
Toda ayuda para prevenir o solucionar estos problemas es poca, y cuanto antes actuemos, mucho mejor. La Guardia Civil dispone de una página (Guardia Civil – Delitos Telemáticos) desde la que es posible denunciar o informar de delitos informáticos, tanto si se es víctima como testigo.
En definitiva: las redes sociales aportan ventajas, pero los niños necesitan supervisión de los padres, porque aparte de sufrir el acoso… también puede ser el acosador nuestro hijo. El control, establecer filtros parentales y la ayuda profesional son la clave para que tu hijo se desenvuelta correctamente por las redes sociales.