España va a sufrir la primera ola de calor del verano a partir del miércoles 1 de agosto, que se extenderá «por lo menos hasta el domingo», ha confirmado en un aviso especial la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que ya alertó el pasado viernes de que era muy probable que se produjera. Como valores máximos, según precisa a este diario uno de sus portavoces, Rubén del Campo, se pueden llegar a alcanzar los 45 grados en los valles del Guadalquivir y del Guadiana. Pero lo más destacable del fenómeno, que del solo se escaparán Almería, Ceuta y Melilla, y Canarias, es que las mínimas también van a ser muy altas y se espera que en el suroeste los termómetros no bajen de los 25 grados por la noche.
En lo que respecta a Caudete, el rango probable de temperaturas diurnas estará entre los 37º C y los 39º C a partir de mañana, con posibilidad de que se llegue a los 40º en las horas centrales del día, y con temperaturas nocturnas en torno a los 25º C, con ausencia de brisa, lo que aumenta la sensación térmica.
La causa de esta «ola de calor intensa», que comenzará el miércoles por el suroeste peninsular y que llegará hasta las puertas del Cantábrico según vayan pasando los días, está en la confluencia de tres factores: el anticiclón de las Azores se acerca a la Península, lo que provoca que en las capas altas de la atmósfera se coloque una dorsal, es decir, una masa de aire muy cálida y estable; los cielos completamente despejados, con el sol arreciando con fuerza todo el día y, al no haber corrientes de aire, la masa «se estanca»; y para rematar, llega una masa muy cálida de aire africano procedente del sur por la mitad occidental peninsular.