Comunicado de la Residencia de Ancianos «San Juan Evangelista» de Caudete /
«Desde la Residencia San Juan Evangelista queremos agradecer una vez más la solidaridad de los ciudadanos de Caudete y el gran apoyo que estamos teniendo de todos los familiares de los residentes.
Pero, al mismo tiempo, queremos informar de la difícil situación por la que estamos pasando, en general todos los españoles, y en particular nuestro sector de residencias de ancianos.
Desde ACESCAM, que es la Asociación de Residencias de Ancianos de Castilla la Mancha, nos informan del numeroso grupo de residencias que están afectadas por casos de coronavirus, y de la tragedia humana que se vive dentro de las mismas. Hay que recordar que los ancianos que están en la residencia son los mismos que llevamos cuidando desde hace mucho tiempo, algunos de ellos durante años, son ya como parte de la familia. Los ves a diario, los cuidas a diario, los vistes, les das de comer, convives con ellos, y es por eso que la tragedia es mayor, porque llegas a conocerlos a fondo, sabes lo que les gusta y también lo que les disgusta, y que en estas circunstancias llegues a perderlos es más doloroso de lo que hubiera sido en circunstancias normales.
Queremos que sepáis que estamos haciendo todo lo que humanamente nos es posible, y que actualmente contamos con concentradores de oxígeno suficientes para todos, tras solicitar ayuda al Hospital de Almansa.
Que estamos luchando para que el Hospital de Almansa acepte el ingreso de aquellos residentes que lo precisen, sin que ninguno pueda tener complicaciones más severas por no ser derivado. Nos han solicitado que hagamos todo lo posible por ellos en nuestras instalaciones antes de remitirlos al Hospital, ya que necesitan que no se sature, que no se les colapse para poder atender debidamente a los que les lleguen. Por tanto, a pesar de no ser un hospital, estamos poniendo todos los medios a nuestro alcance para atenderlos en las mejores condiciones.
Manifestamos que, a pesar de disponer de los medios de protección necesarios, nosotros tampoco estamos exentos de contagiarnos, y de hecho ya tenemos varias compañeras en casa con positivo de coronavirus, al igual que el resto del sector de la sanidad.
Cuando trabajas tan de cerca con la infección, aún llevando cuidado y los medios materiales, nunca se está totalmente exento de riesgo, y eso lo vemos todos los días en enfermeros, médicos, policías y resto de personal, que por su trabajo tienen que estar al frente, con los enfermos, al ser edificios confinados donde no se puede entrar o salir a menos que sea un trabajador o trabajadora.
Es difícil explicar todos los sentimientos que ocurren dentro de las paredes de una residencia, que prácticamente podemos pasar desapercibidos al resto de la población.
Cada día llegamos con una sonrisa a nuestro puesto de trabajo, como si todo fuera normal, pero sabemos que no es normal en el momento que nos equipamos con batas, guantes, gorros, doble mascarilla y gafas. La sensación de ahogo y agotamiento físico, debido al equipo de protección, es continua durante toda la jornada, pero aún así intentamos que ellos no noten que estamos sufriendo: bromeamos, les damos ánimos y les ponemos nuestra mejor cara, aunque casi no puedan verla por todo el equipo que llevamos.
Hay días en el que la presión psicológica te da ganas de llorar, pero lo hacemos a escondidas, donde no pueden vernos mal… Somos sus cuidadores y tenemos que sobreponernos y dar lo mejor de nosotros.
Deciros que vamos a seguir peleando por todos y cada uno de nuestros residentes. Aunque el cansancio está presente, no decae nuestra fuerza y dedicación.
También recordar a los fallecidos y lamentar, junto a sus familiares, su muerte, en unas circunstancias en las que ni siquiera se les ha podido realizar un velatorio. Desde aquí darles el pésame a todos ellos, y a los que, por desgracia, esta tragedia humana pueda llevarse.
Cada día más, es un día menos. ¡¡¡Vamos a ganar la batalla!!!»