Nadie podía presagiar lo que iba a ocurrir el pasado día 12 de septiembre, cuando el agua, el elemento básico para la vida, se iba a convertir en Caudete en un elemento de muerte y destrucción.
Los avisos, las alertas meteorológicas… Se había avisado de que una «gota fría» se estaba formando en el Mediterráneo, pero estamos tan acostumbrados a alarmarnos y que luego apenas llueva, que pocos podíamos imaginar la que se nos venía encima.
Ese día había estado lloviendo fuerte durante la noche, pero ni mucho menos de forma torrencial. En total, cayeron en Caudete 40 litros por metro cuadrado, pero cerca del casco urbano, y en el término de Almansa, esa cantidad se triplicó. Para entender la cantidad de agua caída en un corto espacio de tiempo, baste decir que el pantano de Almansa, que estaba a un nivel medio de su capacidad, se desbordó en tres horas. Pese a abrir todas sus compuertas y aliviaderos, el pantano siguió desbordado.
La mañana pronto empezó a llenar el pueblo de sirenas y del paso frenético de camiones de bomberos, vehículos de la Guardia Civil y de Policía Local, ambulancias, helicópteros… Hasta las 10 de la mañana no empezamos a ser plenamente conscientes de que Caudete estaba rodeado de un océano de agua y barro. Me acerqué al Puente del Molino… ¡me quedé asombrado! No hace muchos años, la rambla también salió en ese punto, pero esta vez la cantidad de agua era mayor. Y seguía creciendo el caudal y la fuerza de la corriente.
Empezaron a llegar fotos de carreteras cortadas, y entonces recibí una llamada desesperada a través de Whatsapp. Una mujer me avisaba de que tenía una pequeña granja en la zona de Olula, a la que no podía llegar de ningún modo. Me mandó vídeos de cómo estaban las ramblas en la zona… y era impresionante. Me dijo que tenía un coche todoterreno de gran potencia, pero que era imposible moverse hacia ningún lado. Temía por sus animales, y me decía que nadie podía acercarse más allá del Collao. Se notaba asustada, aunque su vida no corría peligro, y no quiso llamar a la Guardia Civil, como le indiqué. Decidió esperar unas horas. Afortunadamente, por la tarde me dijo que había podido llegar con gran dificultad y que sus animales estaban bien.
Casi a mediodía, lo peor… Nos llegan las noticias, en medio del caos, de que se están rescatando a personas con helicópteros, y también de que podrían haber fallecido dos personas arrastradas por la riada. Poco después, se confirma este extremo, y Caudete no da crédito a tan terrible noticia.
Rafa y Fina, trabajadora de la residencia de ancianos, hermanos, fallecen arrastrados por el agua en el camino de La Encina, convertido en una trampa mortal. Desde aquí envío mi afecto y mi pésame a la familia y amigos, a sus compañeros de trabajo… A todos nos parece una pesadilla, un mal sueño, y aún tratamos de asumir tanto daño.
Joaquín Medina ha publicado un vídeo muy explícito sobre qué pasó ese día. Se puede ver con claridad cómo la circunvalación hace de muro, con desagües incapaces de dar paso a semejante cantidad de agua que llega desde todas partes. Los rescates en helicóptero se centraron en esa zona, donde la riada dejó las viviendas prácticamente bajo el agua.
Los medios de emergencias lo dieron todo ese día. Guardia Civil, el helicóptero Alfa 1 del Consorcio Provincial de Alicante, junto a bomberos de Villena de este consorcio y del SEPEI del Parque de Almansa, Policía Local, Protección Civil, Cruz Roja, Servicio de Emergencia 112, personal de distintos departamentos del Ayuntamiento de Caudete… Todo el mundo hizo lo que pudo en ayudar, algo que hay que agradecer sinceramente.
El resto del Levante también ha sufrido de forma brutal un temporal como pocos… Se han batido records de precipitaciones. ¿Estamos ante un efecto del cambio climático? Posiblemente. Por eso, hay que estar prevenidos, puesto que no es descabellado pensar que esto puede volver a ocurrir con mayor frecuencia.
Para terminar, los daños materiales han sido muy importantes: vehículos, viviendas, almacenes, cultivos… Las distintas administraciones y los grupos políticos parece que han reaccionado rápido, y se pretende que la zona se declare como «zona catastrófica», o “zona afectada gravemente por una emergencia de Protección Civil”, que no sé si es lo mismo, pero que me imagino que tendrá el mismo fin: paliar económicamente los efectos nefastos del temporal.
Pero para Rafa y Fina, ya no hay solución posible… Un desastre que tardaremos en olvidar, una pérdida irreparable que ha dejado a Caudete acongojado… DEP
Caudete Digital