Las depuración de las aguas residuales de más de una veintena de municipios de la provincia pasarán a estar gestionadas por una empresa. Infraestructuras del Agua de Castilla-La Mancha ha convocado un concurso, por importe de casi 11 millones de euros para contratar el servicio de explotación, conservación y mantenimiento de un paquete de 47 estaciones de depuración incluidas en la denominada zona 3, que comprende 21 instalaciones de Albacete y el resto de la provincia de Cuenca. Se licitan por cuatro años.
En concreto, en este contrato se han incluido las depuradoras de Alpera, Bonete, Casas de Juan Núñez, Caudete, Chinchilla de Montearagón, Elche de la Sierra, Fuenteálamo, Higueruela, Iniesta, Letur, Madrigueras-Motilleja, Minaya, Molinicos, Montealegre del Castillo, Nerpio, Socovos, Valdeganga, Villalgordo del Júcar, Villarrobledo y Yeste.
Ya hace un par de años que la consejera de Fomento, Marta García de la Calzada, anunció que la explotación de las depuradoras de la región se irían licitando por paquetes. Pues bien, es ahora cuando se ha convocado la licitación de este contrato millonario. Desde la Junta explicaron en su día que las depuradoras seguirán siendo públicas, que lo que se privatiza es su gestión para ahorrar en costes de mantenimiento.
DISTINTOS TRATAMIENTOS. Construir depuradoras es costoso, pero mantenerlas debidamente conlleva un esfuerzo aún más importante. La competencia es municipal. La legislación no exige los mismos tratamientos para todas las poblaciones. Los municipios de más de 2.000 habitantes tienen que tener un tratamiento secundario para que las bacterias eliminen los restos orgánicos que quedan suspendidos en al gua. Si la población tiene más de 10.000 vecinos y vierten en zonas sensibles se les obliga a aplicar además técnicas de refino.
La empresa que se quede con este contrato de gestión se tendrá que hacer cargo de la explotación de las instalaciones existentes y tratar las aguas residuales que les lleguen hasta cumplir con los parámetros que marca la normativa.
La gestión de los lodos y residuos también quedará en sus manos. Cuando sean reutilizables, se dedicarán a uso agrícola y, de lo contrario, deben ir a parar a un vertedero controlado. En el pliego de condiciones también se incluye una relación del personal que ahora trabaja en las depuradoras y que debe ser subrogado por el nuevo contratista.
Asimismo, se prevé que la empresa que se quede con el contrato acometa ciertas mejoras en algunas de las depuradoras, entre otras las de Alpera, Caudete, Letur, Madrigueras, Minaya, Molinicos, Nerpio, Valdeganga, Socovos y Villalgordo del Júcar, por importe de más de 67.000 euros.