Los cinco concejales socialistas también abandonan el barco del gobierno municipal. Todo el mundo sabía que eran los que faltaban en la lista, y pocos han sido los sorprendidos ante una decisión que parecía prevista desde el minuto cero.
Nuevamente, los ediles socialistas atacan a José Miguel Mollá de obstaculizar su trabajo, aunque añaden una novedad a las razones de quienes abandonaron sus delegaciones antes que ellos: Geursa. Al parecer, la decisión adoptada en el último Pleno para intentar solucionar el farragoso problema de la empresa municipal Geursa no la comparte el PSOE, algo que, según ellos, ha sido lo que les ha llevado a renunciar en bloque a la gestión de buena parte de las concejalías del Ayuntamiento.
El caso es que Ganemos, Iniciativa Independiente y PSOE han renunciado, de manera casi simultánea, a las concejalías que aceptaron gestionar y llevar adelante para los ciudadanos de Caudete. Resulta llamativo que los tres grupos políticos tachen de «irresponsable» la decisión de Mollá de repartir entre todos los concejales las delegaciones, todos sin cobrar, y en las mismas condiciones, si bien es conocido que tanto José Miguel Mollá como el socialista Enrique Pagán son diputados. Y resulta llamativo porque si la decisión de Mollá era «irresponsable», como ya entonces la calificaron, ¿por qué las aceptaron? Seguir diciendo que fue una irresponsabilidad aquello que ellos mismos aceptaron, con todos los respetos… es como aceptar que han actuado irresponsablemente.
Personalmente, no me parece que fuese una irresponsabilidad, aunque sí algo sin precedentes. Pero no me parece que sea irresponsable presentarse a las elecciones, no ganarlas, y tener la oportunidad de gobernar. Al contrario, me parece que si se tiene vocación política y ganas de hacer cosas por el pueblo, pocas formas hay de conseguir que toda la Corporación lleve adelante una parte del gobierno municipal si no es con alguna fórmula así, por descabellada que parezca. Otra cosa es que haya problemas internos que hagan imposible la «convivencia», pero cabe preguntarse qué parte de responsabilidad tiene cada uno.
Otra pregunta que muchos nos hacemos es si esto estaba previsto de antemano, como decía al principio. ¿Tenía fecha de caducidad la gestión de las concejalías? Me lo pregunto, porque no lo sé, pero sería interesante conocer la respuesta, porque si la respuesta es afirmativa, sería grave. Aceptar las delegaciones a sabiendas de que luego se abandonarían y se utilizaría como arma arrojadiza, querría decir que el problema no han sido los supuestos obstáculos del alcalde en su gestión, sino que el fin último sería atacarlo tanto a él como al Partido Popular. Guerra política pura y dura.
Si la respuesta es negativa, podría ser entonces que se hubiese llegado a una situación límite que impedía llevar adelante las concejalías. A bote pronto, no se me ocurre cómo puede entorpecer el alcalde a un concejal para llevar adelante su gestión, y con qué motivo. El único problema, en principio, es el económico, pero siendo el concejal de Hacienda socialista, aún se me hace más difícil entender algunas cosas que, seguramente, no comprendo por desconocimiento de la situación, del contexto y de las circunstancias. Por tanto, no dudo de que puedan existir los problemas planteados, pero me es imposible saber si, de existir, eran realmente irresolubles.
Al concejal de Ciudadanos le han echado en cara en varias ocasiones ser un «aliado» del PP por estar de acuerdo en muchas de las propuestas que presenta el grupo mayoritario. Este tipo de acusaciones no es nada nuevo: es una forma de presión. Según parece, Ciudadanos va a seguir trabajando con su concejalía de Comercio, Turismo, Desarrollo Local y Empleo. No parece quejarse mucho de que le obstaculicen su gestión, o bien ha encontrado la manera de entenderse con el resto de concejales y el alcalde. El caso es que aguanta en su puesto sin más problemas que los derivados de la falta de dinero.
Nuevamente, y confirmada la renuncia del PSOE, vuelve a salir a la palestra la moción de censura, aunque yo considero que no se va a llevar a cabo. Lo que ahora interesa saber es si el Ayuntamiento se va a poder gobernar o si, por el contrario, quienes han abandonado sus delegaciones van a bloquear el gobierno municipal. Es decir, lo que se suele llamar «ni hacer, ni dejar hacer». Mi opinión es que por parte de Ganemos e Iniciativa Independiente, y desde luego Ciudadanos, puede haber más puntos de acuerdo que con el PSOE, tradicionalmente más enfrentado al PP de forma sistemática. En el último Pleno pudimos ver que el concejal de Iniciativa apoyaba al PP, al igual que el de Ciudadanos, y que los concejales de Ganemos se abstenían, lo que indica que no pretenden convertirse en un muro, sino que valorarán cada propuesta y decidirán en función de cada una de ellas.
También hay que valorar el trabajo de quienes siguen en el tajo, y más ahora, que por el mismo sueldo que los que no tienen delegaciones, tendrán que llevar adelante todas las concejalías. Y tendrán que hacerlo sufriendo, además, una oposición cuya única finalidad será criticar su trabajo, que para eso es la oposición. Al menos, así se entiende ser oposición en nuestro pueblo. Un trabajo que no es valorado, sino todo lo contrario, y que conlleva sinsabores mil…
Por último, sí que quiero dejar patente que en este escrito no estoy afirmando nada. No afirmo ni que la situación sea de tal gravedad que hacía imposible avanzar a todos juntos en el gobierno de Caudete, ni todo lo contrario. Simplemente me hago preguntas en voz alta, opino, y trato de poner sobre la mesa todas las variables que se me ocurren sobre un asunto que nos atañe a todos.