La gastronomía española es una de las más ricas en todo el planeta. De hecho, tal es su fama que muchos de los artículos que producimos en el país se exportan a diferentes regiones del mundo. Por consiguiente, con la suerte que tenemos de residir aquí, es prácticamente una responsabilidad aprovechar los mejores productos de nuestra tierra. En este orden de ideas, para disfrutar de la más alta calidad en cada caso, lo más adecuado es recurrir a alimentos de fabricación artesanal. Una manera de entender la producción en la que elementos como la miel cruda y el jamón de bellota se han convertido en absolutos referentes de nuestra gastronomía.
Miel directa del apicultor
Ir al supermercado y encontrar una gran diversidad de marcas de miel es de lo más común; pero, ¿es verdaderamente buena? Desde luego estos productos están lejos de todos los beneficios que nos trae la venta de miel cruda: un superalimento de origen natural que es el resultado directo del trabajo tanto de las abejas nacionales como de los mejores apicultores.
Más allá de lo deliciosa que resulta, cabe enumerar algunos de los beneficios que nos trae su consumo para nuestro estado de salud. Como probiótico natural, es un complemento perfecto para favorecer la flora intestinal y, de este modo, la digestión. De igual manera, trabaja junto al sistema inmune y ayuda a reducir la irritación de garganta, siendo una grata aliada ante los resfriados. A modo de extras, la miel cruda mejora el rendimiento atlético e incluso actúa como mascarilla facial natural, idónea para una buena sesión de belleza.
En cuanto a sus facultades gastronómicas, es necesario hablar de las muchas posibilidades que nos otorga. Es decir, podemos preparar una gran diversidad de platos, bebidas o postres con este artículo; asegurando en cada caso que gozan de una calidad que solo la miel cruda puede alcanzar. Por eso, teniendo en cuenta lo accesible que es su compra en las tiendas online, carece de sentido conformarse con la mediocridad de los supermercados.
El jamón más delicioso que puedas imaginar
Entre todos los productos que salen de nuestra tierra, el jamón y la paleta de bellota 100% son los más destacados. No hay duda alguna: este producto es una auténtica exquisitez que todos los turistas se mueren de ganas por probar desde el mismo momento en el que ponen el pie en España. Sin embargo, al igual que sucede con el caso de la miel, no todos los jamones son iguales. Los de carácter industrial están alejados de considerarse de calidad y, como tal, es menester aprender a diferenciar los más deliciosos de los de gama media o baja.
Para ello, lo primero que debemos hacer es prestar atención al tipo de encina en la que estamos poniendo nuestra confianza. Es decir, las productoras del jamón son las principales responsables de su calidad y, para asegurar el más alto nivel, se encargan de velar por la correcta crianza del animal. Los cerdos necesitan desarrollarse en grandes espacios y alimentarse a base de bellotas autóctonas -de ahí el nombre-; dejando de lado todas esas granjas que despiertan tanta polémica.
Una vez el cerdo se ha cebado, llega el momento de la matanza. Esto es igual de relevante a la hora de garantizar que, posteriormente, la pata cuenta con todo su sabor y textura. Para terminar, las mejores encinas saben perfectamente como curar el jamón ibérico y optimizar su sabor. Este periodo puede llegar a alcanzar los 36 meses en los jamones más exquisitos; siendo un trabajo delicado que requiere de todo el mimo de los mejores profesionales.
Viendo todo el arte que hay detrás de la producción del jamón de bellota, es evidente que no se trata de un artículo particularmente barato. No obstante, estamos ante un alimento delicioso que nos lleva a nuevos niveles de placer gastronómico y, como tal, merece la pena invertir en un buen jamón de vez en cuando. Algo que, gracias al mercado online es más fácil que nunca; llegando incluso a ahorrar cuando salen las promociones más atractivas.