El verano no ha llegado aún, pero las altas temperaturas hace días que apenas si nos dejan dormir. Para calentar un poco más el ambiente, aquí tenemos la mil veces nombrada moción de censura…
Desde 2011, año en el que desapareció la mayoría absoluta del PSOE, la moción de censura sobrevuela los cielos caudetanos cual buitre acechando a su presa. Buitre, águila, quebrantahuesos,… El símil es un símil. No empecemos. Pero bien cierto es que la ausencia de una mayoría clara propicia la tentación de presentar una moción de censura al rival en el poder. Lo difícil es que la oposición se ponga de acuerdo para ello, valorar la situación de forma acertada y decidir si, estratégicamente, conviene hacerla.
Parece ser que PSOE, Ganemos y Ciudadanos han llegado a la conclusión de que ha llegado el momento de presentarla. Y hay dos circunstancias que se dan, a bote pronto, y que conviene tener presentes antes de hacer un ligero análisis del tema. Primero, no hay sentencia todavía en el procedimiento que se sigue contra el alcalde, lo cual invalida que ésa sea la verdadera razón que motiva la moción, ya que de ser así, esperarían a conocer el resultado del proceso. Y segundo, se ha aprovechado que el concejal de Iniciativa Independiente, Ismael Sánchez, estaba de viaje de novios para presentar la moción de censura, en un claro mensaje hacia este concejal. Es decir, el mensaje que queda en el aire para todo el mundo es que «pasan» absolutamente de él en este asunto.
Dicho esto, hay algo en esta moción de censura que nadie comprende, y es la actitud de José Vicente Alagarda, de Ciudadanos. Hasta ahora, la oposición lo tachaba de ser el octavo concejal del PP, y lo han puesto fino filipino en más de una ocasión. Además, a nadie escapa que Ciudadanos en Caudete surgió de parte del electorado del PP, por lo que el apoyo a un gobierno de izquierdas está encrespando, y bastante, a muchos de sus votantes. Tendrá sus razones, por supuesto, pero si sólo lo mueve la investigación sobre el alcalde, ¿por qué no esperar al resultado y hacer las cosas de manera más coherente? Repito: suponiendo que la razón del apoyo a la moción sea el tema de los contratos de Fox. Claro que los motivos para dar el apoyo a la moción de censura pueden ser otros, si bien de cara a la opinión pública sólo han trascendido las razones judiciales.
En el proceso contra Mollá, como digo, todavía no hay sentencia. Es probable que haya condena, que puede ser de diversos grados, pero también puede resultar que se archive la causa. Desconozco cómo va el asunto, pero sinceramente opino que éste no es el motivo principal de la moción de censura, sino la excusa casi perfecta para llevarla a cabo. Y estas prisas es posible que se deban a la probabilidad de que Mollá salga absuelto del proceso, lo cual invalidaría una parte sustancial del espíritu de la moción. Sin embargo, si hay una condena, Mollá sería probablemente inhabilitado por un tiempo, y lo que ahora pretende la oposición lo conseguiría de forma automática y sin arriesgar. Se trata de una partida de ajedrez en la que las estrategias se entrecruzan.
La moción de censura ya he dicho que planea sobre el alcalde desde el minuto cero de su investidura. Era cuestión de tiempo. Ahora falta saber si verdaderamente va a cuajar o no. Faltan unos diez días para el Pleno donde todo se decida. Nueve concejales, suficientes para llevarla adelante, la han firmado. Pero la votación en Pleno será el momento determinante… Un momento histórico, ya que hacía muchos años que no ocurría algo así.
Quedan dos años de mandato. Un cambio radical de gobierno que, de prosperar la moción, precisará de un tiempo de ajuste importante, porque los socios tampoco han sido hasta la fecha «amigos del alma» y sus programas políticos son dispares. Dicen haber elaborado un borrador conjunto con acciones de gobierno destinadas a mejorar algunos aspectos, y todos estaremos ansiosos, llegado el caso, de conocer con detalle cuáles son.
Mientras tanto, crece la expectación entre los caudetanos, y las opiniones se van calentando, a la par que el tiempo veraniego que disfrutamos (o sufrimos).