Hace ya casi 15 años que comenzó este trofeo, y cada año genera más y más críticas en el mundo el fútbol. Un trofeo donde el campeón de Europa se pasea por el mundo, ya que el nivel es muy bajo. Los rivales están muy, muy lejos del ganador de la Champions League que disputa el torneo.
Recordemos que es una Copa que se juega entre los campeones de cada continente. Y en el 90% de los casos, como es lógico, gana el europeo. Los rivales son de segunda o tercera categoría, aunque haya habido ocasiones en las que los ganadores de la Champions cayeron frente a equipos débiles (Barcelona contra Internacional brasileño, Liverpool vs Sao Paolo, Chelsea vs Corinthians, etc.), pero no es lo común. El Real Madrid partía como claro favorito para ganar el trofeo, tal y como indicaban las cuotas de la casa de apuestas Paston.
Se trata de un trofeo jugado en lugares exóticos (Japón, Emiratos Árabes Unidos, etc.), con cambios de horarios, viajes muy largos, cambios drásticos de temperatura, y todo lo que ello supone para los jugadores. Jugadores que abandonan sus competiciones domésticas, donde están totalmente centrados y en plena temporada, para disputar un trofeo que se considera menor, donde ganarlo es una obligación y una derrota supone un bochorno para todos los gigantes europeos.
La principal crítica reside en que el trofeo se juegue en plena temporada regular. En pleno diciembre, a los jugadores les toca cambiar el chip, olvidarse de su Liga, y centrarse en una competición donde, como decimos, las diferencias son mayores que en la Copa del Rey. Se disputan 3-4 partidos, se hacen unos paseos por el país y se vuelve en el avión con un trofeo más bajo el brazo. Todo ello tras viajes de 10-15 horas y miles de kilómetros.
Pero no sólo el equipo que viaja es el perjudicado. En esta edición, el perjudicado ha sido el Leganés. Al Leganés le tocaba enfrentarse contra el Real Madrid este fin de semana, pero debido al viaje del equipo de Zidane, el partido se ha aplazado. Dicho encuentro lo meterá La Liga con calzador en cualquier fecha, sin tener en cuenta los factores que puedan perjudicar al equipo pepinero, que tendrá que pasarse el fin de semana sin competir y viendo a los equipos desde el sofá de su casa. Un equipo que, sin beberlo ni comerlo, se queda sin competir esta semana, mientras que luego, sin saber cuándo, le meterán 3 partidos en una misma semana. De esta manera, le resulta imposible planificar el trabajo a un cuerpo técnico.
Si hablamos de los inconvenientes del trofeo, también tiene sus ventajas, claro está. Publicidad, exhibición de las estrellas mundiales y europeas, paseos, y lo más importante, dinero. Un fútbol que hoy en día se mueve únicamente por dinero, se frota las manos con este tipo de torneo. Los ingresos son multimillonarios, tanto para los clubes, como para las Ligas. El dinero por delante de los jugadores y de los equipos, siempre. El Leganés no percibirá ni un euro de esos ingresos, y se verá perjudicado por un torneo que no le importa lo más mínimo. Así es el Mundial de Clubes que organiza la FIFA.