«Tras el intenso mes de abril, con tres maratones y una boda familiar, viajamos hacia tierras vascas con la motivación propia de reencontrarnos con nuestro destino, el origen del Reto42Kancer. Aunque han pasado muchas cosas durante estos meses, parece que fue ayer cuando el 14 de mayo del pasado año, Natacha tuvo el detalle de hacerme el mejor regalo de cumpleaños de mi vida. El día en que cumplía 42 años, y en esta emblemática prueba que lleva el nombre de mi gran referente, Martín Fiz, a escasas horas de entrar en el quirófano para la recontrucción de su pecho izquierdo.
La inflamación del tibial de Natacha había ido bajando sustancialmente, y con ella las molestias, lo cual le había permitido entrenar algo mejor durante la última semana. Además, estábamos muy contentos de haber podido mantener la esencia de nuestra aventura, esos 15 maratones en los 365 días en que yo tendré 42 y pico años. Cierto es que originariamente estaba previsto que esta prueba fuera la última, pero el adelanto en el calendario y las adversidades a las que nos hemos tenido que enfrentar, le han dado el honor a Zaragoza, el 13 de mayo.
Con todos estos alicientes, recorrimos las preciosas calles de la verde localidad de Vitoria-Gasteiz, recuperando la ilusión de volver a disfrutar de las carreras y de compartir en el recorrido nuestra experiencia y lucha, así como nuestras dos causas a favor de la AECC y Fundación Diagrama, el cáncer y las drogas. Pero la sorpresa final llegó cuando los «chicos de las bicis» que nos acompañaron en la victoria del año pasado, nos esperaron en los últimos kilómetros, haciendo posible la clásica foto del 42, y que entráramos en meta con una enorme sonrisa, en un discreto tiempo de 3h 42´ 32″, pero que le valió para alcanzar la 3ª posición de la categoría Master-30.
Mañana, domingo 13 de mayo, participaremos en el Mann-Filter Maratón Ciudad de Zaragoza, en la última parada del Reto42Kancer y en la que, como siempre, daremos lo mejor de nosotros mismos para poner el broche final a nuestra aventura solidaria.»
Fuente: José David Serrano
