Caudete cuenta con un nuevo alcalde, el más joven que ha tenido nuestro pueblo en el periodo democrático. Con 27 años de edad, Moisés López era el candidato del PP que, a priori, menos recelos suscitaba entre la oposición, ya que representa la renovación y la juventud, aunque PSOE y Ganemos han intentado un cambio de gobierno y han llegado a sumar un voto más que el PP en el Pleno de Investidura.
La ley, sin embargo, establece que los votos necesarios para que un candidato resulte directamente proclamado como alcalde son nueve. En caso contrario, se designa alcalde al candidato de la lista más votada, en este caso la del grupo popular.
José Miguel Mollá, presente en el Pleno, ha felicitado a Moisés. Mollá ha sido alcalde durante seis años, los más duros de la crisis, y deja a su sucesor un Ayuntamiento que, al menos en el plano económico, nada tiene que ver con el de 2011. Aún así, es de suponer que la oposición no se lo va a poner fácil al nuevo primer edil, estando con un gobierno en minoría. En realidad, ésa es la función de la oposición: supervisar, vigilar y controlar al gobierno municipal. Pero también colaborar en todo aquello que resulte beneficioso para el pueblo.
Moisés López debe mejorar claramente las relaciones entre los distintos grupos municipales. Es su primera obligación, ya que en este momento las tensiones son muy importantes, lo que podría lastrar mucho la gestión municipal de no resolverse adecuadamente. Hay que tener en cuenta que el gobierno está en minoría, pero tampoco existe la posibilidad de plantear nuevas mociones de censura, lo que tendría que hacer comprender a todos que ahora de lo que se trata es de mirar por el pueblo.
Puede parecer obvio, y sin embargo Caudete hace meses que no está entre las prioridades de nuestros políticos. Las estrategias partidistas de todos han primado en la actividad política municipal, pero ahora ya es momento de dirigir todos esos esfuerzos a intentar mejorar la calidad de vida de los caudetanos. El Ayuntamiento en sí también tiene cuestiones muy importantes que resolver, como el no disponer en este momento de responsables en Secretaría o Intervención, piezas fundamentales en el organigrama municipal.
Deseo al nuevo alcalde suerte en el desempeño de su cargo. «Diálogo» debe ser la palabra fundamental en su mandato si quiere llegar a consensos. Los caudetanos también esperamos responsabilidad en las acciones de la oposición, puesto que, en buena medida, en su mano está el bloqueo institucional o un gobierno con acuerdos. La cuestión es que nuestro pueblo crezca como tal, que avancemos en políticas de empleo o que la seguridad ciudadana se refuerce notablemente. Hay mucho por hacer.
En toda esta tormenta política, todos han ganado algo, y todos han perdido algo. Quienes querían echar a Mollá del Ayuntamiento, lo han conseguido, aunque no han logrado un cambio de gobierno. Los que temían perder dicho gobierno, lo han conservado. Al final, probablemente a todos les haya quedado un sabor agridulce, aunque esto no es más que una suposición sin más enjundia. El caso es que en estos últimos meses, todo se ha centrado en la tormenta, que ha dado, informativamente, para mucho.
Es posible que ahora llegue la calma. O no. Pero yo apuesto por un periodo de tranquilidad, al menos hasta que haya sentencia en el caso de los contratos de Fox. Ese será otro momento de cruce de acusaciones, de comunicados y de valoraciones que, según sea el veredicto, serán más incendiarias en un sentido u otro.
Mientras tanto, a ver si podemos pasar el verano con cierta paz y sosiego.