Hay que quitarse el sombrero. Aunque no te guste el fútbol, o aunque no te guste el deporte. El esfuerzo, la voluntad por conseguir un objetivo, el llevar con orgullo el nombre de nuestro pueblo por toda la región… ¡eso hay que reconocerlo!
El C.D. Caudetano ha conseguido mantenerse, una temporada más, en Preferente de Castilla La Mancha. Una categoría complicada, difícil, donde ya hay jugadores que viven de ello, pero que no son los nuestros, precisamente. Los nuestros, dinero, lo que se dice dinero, ven más bien poco. Bueno, seamos sinceros: no ven nada.
Nuestros jugadores no cobran por defender los colores del club, un club que, a fin de cuentas, es el de todos nosotros. Un club con muchos años de historia, pero que está siendo en las últimas temporadas cuando está consiguiendo unos grandes resultados, codeándose con equipos de envergadura.
Desde estas líneas, como ya hice en otra ocasión, quiero agradecerles, personalmente, el espíritu de lucha que han demostrado a lo largo de la temporada. Agradecerles las horas invertidas en viajes, en entrenamientos… En las horas que dejaron de estar con sus familias, con sus amigos… ¡con sus novias! El fútbol les apasiona, pero tiene que hacerse duro esa obligación que, a la larga, quema mucho, y hace que se pueda resentir hasta la pasión más intensa hacia algo. Estoy seguro de que más de uno habrá dudado en algún momento con dejarlo y, sin embargo.. ¡ahí están!
El Caudetano no sólo son los jugadores. El entrenador, Pedro García, el delegado, Pepe Graciá, la preparadora física, Alicia Díaz, el utillero, José María Herrero, el presidente, Miguel Ortuño, y el resto de la directiva… Todos ellos forman parte directa del equipo, y han sufrido y disfrutado a partes iguales durante estos meses. Pero hay más, porque Paco «El Rubio» ha estado toda la temporada al pie del cañón, confeccionando las crónicas semanales, y hasta haciendo paellas o donando cuadros cuando ha hecho falta. O Rafa Pagán, grabando los partidos, y otros colaboradores que se han dedicado a la promoción del equipo.
Pero queda por nombrar a una parte fundamental, sin la cual nada tendría sentido: la afición. Unas veces más numerosa que otras en el campo, el caso es que nunca ha faltado el ánimo de una afición entregada con su equipo. Gracias a su empuje, a sus aplausos, a su apoyo, el equipo no ha estado solo en su gesta de aguantar otro año en una categoría como la de Preferente.
El agradecimiento ha de ser extensivo también a quienes jugaron en este equipo, y luego marcharon a otros, porque así ha de ser. Mejorar profesionalmente es el objetivo de todos, y es absolutamente comprensible. Ellos colaboraron también con su esfuerzo para mantener lo que este año se ha vuelto a conseguir y, con toda seguridad, se alegran tanto como el resto por la permanencia.
No quiero olvidarme de las categorías llamadas «inferiores», pero que sólo tienen ese adjetivo por la edad de los jugadores. Tanto el C.D. Caudetano Juvenil, como el C.D. Caudetano Infantil, han hecho también una gran temporada. Sin duda, una gran cantera la que se está creando en nuestro pueblo. A todos ellos… ¡felicidades!
Sí que pido al Ayuntamiento que estudie cómo colaborar de una forma más activa con este equipo. Sé que no es fácil, y que hay prioridades, pero Caudete es un pueblo grande, con un equipo grande, y sería conveniente que el apoyo fuese más decidido. Este equipo lo merece, y la afición también. Y por esa misma regla de tres, Caudete lo merece.
Enhorabuena, pues, a estos bravos jugadores que se han dejado la piel cada fin de semana para traer un buen resultado a Caudete. Merecéis nuestro reconocimiento… y lo tenéis. Ojalá el año que viene celebremos de nuevo la permanencia, o cosas más importantes.
Pero, si no es así, por mi parte os seguiré reconociendo el valor que tiene vuestra entrega…
¡Aúpa Caudetano!