Se cumplen 10 años de la muerte de Pepe Serrano Amurrio, una persona polifacética que dejó huella en Caudete. Aunque nació en Nerpio, la mayor parte de su vida la pasó en nuestro pueblo, donde ejerció de maestro, y donde desarrolló numerosas actividades de muy diversa índole: desde escribir, hasta fundar la primera sociedad micológica, otra de sus pasiones.
Pepe escribió numerosas obras literarias, entre las que se pueden citar algunas de teatro, como Teatro para un pueblo, De Te a Tro (…para niños) y Mitología del orgullo y la tristeza, cuentos agrupados en El Piropero y poesía, Bajad al pueblo, poetas o Entre dos luces, y fue finalista del Premio Azorín 2002 con su novela Los hijos de la retama.
Por aquel entonces, en 2002, casi nadie utilizaba Internet, pero Caudete Digital ya funcionaba desde hacía un par de años. Pocos leían entonces mi página, pero uno de los que lo hacía a diario era Pepe. Un día vino a hablar conmigo, a proponerme un proyecto. Había escrito Los hijos de la retama, y creía que era un libro interesante, así que pensó en difundirlo a través de Caudete Digital para que sus paisanos pudiesen leerlo poco a poco. Yo me ofrecí encantado, y fui publicando un capítulo de la novela cada semana, tal y como él quería. Me consta que hubo lectores que siguieron la publicación, aunque hoy en día hubiese tenido una difusión infinitamente mayor. En cualquier caso, Pepe quedó contento con el experimento, y el tiempo ha demostrado que eso de difundir cultura por Internet acabaría por imponerse, además de ser una poderosa herramienta de expansión.
Pepe Amurrio, o Amurrio, como se le solía llamar, también fue político. Ejerció de concejal y Teniente de Alcalde con el Partido Popular, y fue, entre otros menesteres, concejal de Deportes. Era una persona con la que se podía hablar, y razonar. Entendía la política como el medio para hacer cosas por sus paisanos, algo que, siendo de perogrullo, no siempre es la prioridad, desgraciadamente. Entre sus frases, tenía una muy buena que ahora nos habría venido muy bien en este país: «Deseo tener todo lo que esté al alcance de mi honradez». Una frase para meditar…
Fue una persona que colaboró con todo aquello que le solicitaron. Igual daba que fuese para hacer un programa de televisión o un documental, o escribir el guión para un evento. O un pregón… De hecho, fue el primer Pregonero de las Fiestas de Caudete. Era sensible, altruista y, como ya he dicho, un verdadero artista. Profundamente familiar, murió a los 56 años, joven, con tantas cosas por hacer, y por escribir… A los 100, todavía le habría quedado mucho en el tintero, porque era un creador nato, con una curiosidad insaciable.
Hoy no termino yo este editorial, mínimo homenaje a alguien que lo merece. No, hoy lo va a terminar Pepe, con una de sus poesías…
¡Un abrazo, Pepe, allá donde estés!
Llévame flores
Cuando me veas hundido,
cuando aprecies en mis labios
el sabor de la derrota,
cuando sepas que he perdido
la última loca batalla,
por favor, llévame flores.
Cuando me encuentres muy solo,
cuando escuches que no tengo
dinero,amor ni belleza,
cuando entiendas que he perdido
la cabeza por tu amor,
llévame flores, por favor.
Cuando marche hacia el destierro,
cuando aprendas a leer
en el cielo de mis ojos,
cuando los claveles rojos
del estío se deshojen,
por favor, llévame flores.
Llévame flores al lecho
llévame flores a la tumba,
llévame flores al Cielo…
que allí te estaré esperando.
Pepe Serrano Amurrio