Caudete, es por todos sabido, tiene un problema con la movilidad hacia otras poblaciones. La carretera de Villena parece ser que después de años de inundaciones por fin se está poniendo remedio, lo del mantenimiento de la misma ya es otro cantar. La carretera de Yecla es un sinfín de curvas y camiones y pasear por ella es un suplicio.

Pero todo esto va a cambiar, «Habemus Autovía». ¿Pero a qué precio? Son las 8 de la mañana y arranca la maquinaria pesada. Durante todo el día decenas de camiones deambulan por la avenida de Valencia sin control aparente. Hablando por el móvil, parando en cualquier sitio pero sobre todo a unas velocidades inusuales para semejantes bichos, cargados de tierra hasta los topes, saltando todos los badenes casi sin pisar el freno y dejando esa niebla de polvo que escupen a su alrededor.

En nombre del progreso, se abren paso para el deleite de todos los vecinos de esta avenida, la que más tráfico soporta de toda la población. Gran trabajo el que la llenó de badenes (entiéndaseme la ironía). Pero esta historia ya la hemos vivido y no hace tanto tiempo. Con el AVE ocurrió lo mismo. Nos trajeron la alta velocidad y, a cambio, nos destrozaron todos los caminos de alrededor.

Tenemos cuatro caminos asfaltados alrededor del pueblo y casi todos cerca de la nueva autovía. Caminos y carretericas asfaltadas que no soportan el paso de estos vehículos. Ya lo veo venir. Se nos va a quedar una autovía magnífica y los cuatro caminos asfaltados que teníamos, hechos una mierda. Así es el progreso, nos aguantaremos. Pero quedan todos avisados: o se les pone un control por parte de las autoridades, o pronto tendremos una desgracia. Ojalá me equivoque, porque que no se le olvide a nadie, circulan por un núcleo urbano, vive y pasea gente, y hasta donde yo sé, tienen que cumplir las reglas de circulación como todos.

Pablo F.