Respuesta de José Miguel Mollá Nieto, Alcalde de Caudete, al exdirector de la escuela de música y danza de Caudete, D. Juan Requena Solera
«En primer lugar, tengo que decir que nunca creí que tres años después me vería en la obligación de volver a dar explicaciones sobre este tema. Quiero dejar claro también que, dada la relevancia social de don Juan Requena, no me resulta nada grato escribir sobre este asunto, pero comprendan ustedes que me llama mentiroso, me acusa de dejación de funciones y entra en materias que si no las respondo, quedarán como ciertas.
Sinceramente, creo que don Juan tenía ganas de escribir lo que ha escrito y ha aprovechado la primera ocasión que ha tenido para hacerlo.
Todo aquel que haya oído mis declaraciones respecto a la Escuela de Música en Canal Imagen me escucharía referirme, en todo momento, a la gestión realizada por los administradores socialistas sobre el problema del techo y las goteras, para nada menciono, querido don Juan, a los administradores sociales, de los cuales usted era el principal responsable como director de la Escuela de Música y Danza. ¿Alguien me escuchó referirme a los administradores de la escuela, o ponerles algún pero? Seguro que no, más bien al contrario.
En los puntos 1, 2 y 3 de su “carta” argumenta y explica sus razonamientos en cuanto al problema surgido como consecuencia de la incorrecta dirección de ubicación de la escuela, y podría incluso parecer creíble, pero la realidad es la que es. ¿O acaso pone usted en duda un informe oficial escrito por la actual directora del centro que, además, lleva su firma? ¿Usted haría un informe oficial falso?
En el punto 4, y último de su “carta”, se refiere al tema de las goteras y me acusa de abandono, desidia e incompetencia. Se queda usted a gusto, querido don Juan, pero claro, cuando se escribe, lo escrito queda, y usted escribió (es copia textual):
"En cuanto a las goteras, el tema no me atañe directamente, puesto que es un problema de la estructura del edificio, pero como persona que ha vivido el día a día en la escuela, puedo confirmar que es un problema que se podría haber evitado. Durante 6 años no se detectaron goteras en el edificio (no debo omitir que el conserje se preocupaba de subir a la azotea, limpiar las brozas y revisar todo el mantenimiento del edificio).
La humedad apareció en el aula grande del piso superior a finales del curso 2011-2012 (coincidiendo ya con su mandato, D. José Miguel). Avisamos rápidamente del problema (que debe constar en el registro de entrada del Ayuntamiento, pues redactamos un escrito). Pasaron por allí los operarios municipales, pero el problema no se solucionó."
Como experto en impermeabilización de terrazas que parece ser usted, asegura que el problema de las goteras se podría haber evitado. ¿Sería tan amable de decirnos el secreto para que podamos aplicarlo y resolver el problema? Usted dice claramente que durante el tiempo que usted estuvo al frente de la escuela, el conserje sí se preocupaba del mantenimiento del techo. ¿Qué quiere decir, que después ya no lo hacía? ¿Pone usted en duda su profesionalidad?
Reconoce que los operarios del Ayuntamiento fueron cuando usted lo solicitó, pero que, al parecer, no pudieron resolver el problema de las filtraciones. Entonces, ¿cómo me acusa usted de dejadez, desidia, etc.? ¿No le parece a usted mucha casualidad que los problemas en el techo comenzasen a aparecer a partir del sexto año, justo cuando entramos nosotros en el Ayuntamiento? ¿No será que la tela asfáltica ya estaba deteriorada y comenzó entonces a filtrarse el agua? ¿Acaso cuando escuchó mis palabras en televisión no se fijó en las imágenes que las acompañaban, donde se puede apreciar todo el aluminio y la tela asfáltica cuarteados? No hay peor ciego que el que no quiere ver…
En otro momento del 4º punto de su “carta” dice (es copia textual):
"La labor principal de un Alcalde es resolver los problemas de los ciudadanos de su localidad. Esos problemas pueden tener diversos orígenes y motivos. Pero después de casi cuatro años de mandato ya no sirve escudarse una y otra vez detrás de la herencia recibida. Es un argumento muy repetido y huele a incompetencia."
Por supuesto, don Juan, sé perfectamente cuál es mi obligación como Alcalde de los caudetanos, y le aseguro que no he escatimado esfuerzos en esa labor. Por supuesto, don Juan, que esos problemas tienen diversos orígenes y motivos, y usted los conoce muy bien: la incompetencia de unos gobernantes socialistas a los que tan sólo les preocupaba inaugurar cosas, sin preocuparles para nada la calidad con la que se habían construido, ni la deuda impagable a la que estaban abocando a los caudetanos.
Por cierto, es curioso comprobar cómo utiliza usted la misma terminología que los socialistas cuando se refiere a la herencia recibida. Osea, ¿usted también piensa que aunque nos hayan arruinado y generado una deuda que tardaremos todavía varios años en amortizar, hay que pasar página? ¿Cómo puede usted decir que después de cuatro años ya no vale escudarse tras la herencia recibida? Dígaselo usted a todos los que están pasando hambre y calamidad por culpa de ella, dígales que aunque tengan que seguir así varios años más, que ahora ya, si están así, es porque ellos quieren… que la culpa ya no es de los que nos arruinaron.
La verdad, don Juan, que usted piense así y, además, no tenga ningún problema en hacerlo público, sí me huele mal, muy mal.
En otro momento dice (es copia literal):
"No podía imaginar, hasta que lo vi con mis propios ojos, la codicia que tuvieron de hacerse con la Escuela de Música. Y, a día de hoy, tres años después de todo aquello, me pregunto: ¿Es la escuela de música que se merecen los caudetanos? ¿Es el objetivo principal de su administración dar la mejor educación musical a sus alumnos? ¿Cómo beneficia esta actitud a nuestra escuela?"
Don Juan, cuando usted dice codicia, ¿a qué se refiere? (y ahora sí que le señalo a usted directamente) ¿A que la libramos de hundirse debido a la gran cantidad de irregularidades, de todo tipo, que detectamos en su gestión personal? Le recuerdo que usted era el director y responsable máximo de la gestión que se estaba llevando a cabo en la escuela de Música y Danza de Caudete. Respecto a las tres preguntas que realiza, creo que están de más, como casi toda su “carta”. Los dirigentes actuales no tienen nada que envidiar a los anteriores, ni por cualificación, ni por dedicación. A los profesores que actualmente imparten clase en la escuela les ocurre algo parecido y, además, hemos intentado que sean de Caudete. Por todo eso, y por mucho más, nuestra escuela de música, sus alumnos y nuestro pueblo salen muy beneficiados.
Y termina usted diciendo (también es copia literal):
"Aprovecho esta ocasión para dar las gracias a los anteriores equipos de gobierno municipal por la confianza que depositaron en mí, y pongo en conocimiento del Sr. Alcalde que estas palabras vienen de la necesidad de explicar mi opinión, pero que no voy a entrar en más polémicas. Le ruego se centre en lo que importa: trabajar por una escuela de música acorde con lo que se merece Caudete."
Al contrario que usted, yo no puedo dar las gracias a los Equipos de Gobierno anteriores. Las razones son obvias. Y también le ruego no tome a mal mis palabras de contestación a su “carta”, pues tan sólo pretenden responder a lo que más que una carta parece un manifiesto político con altas dosis de ensañamiento, así como trasmitir a los ciudadanos y lectores mi opinión sobre un asunto que, como alcalde de los caudetanos, me ha preocupado mucho desde el primer momento, y al que, como a otros muchos asuntos, no he podido dedicarle más medios económicos, aunque sí toda mi voluntad y capacidad.»
José Miguel Mollá Nieto – Alcalde de Caudete