Quiero resaltar la contradicción y desperdicio de dinero que supone dar la gestión de la perrera municipal a una empresa.
Los seres vivos deben ser atendidos por una entidad sin ánimo de lucro, que vele por sus derechos y necesidades, no por una empresa cuyo fin es hacer negocio.
La empresa se limita a hacer lo básico. Los perros comen pienso de mala calidad. Están delgados y estresados. Si sufren alguna enfermedad o están heridos, no tienen ninguna posibilidad de curarse.
Y para los gatos, nada. Pueden morir en la calle, si están heridos, porque no hay convenio para ellos. ¿Qué haría una empresa con los gatos? No quiero ni pensarlo.
En Caudete, los perros y gatos no importan.
Gandhi decía: «Se puede medir el nivel cultural de un país por el trato que se da a los animales».
Vicen