Tabarnia es un país imaginario, formado por gente real. Y con mucho humor. Las provincias de Barcelona y Tarragona, las zonas más productivas de Cataluña, son las que conforman este país que, por el momento, preside Albert Boadella, fundador de Els Joglars.
Tabarnia se presentó oficialmente el 16 de enero, y el president Boadella ofreció una rueda de prensa multitudinaria… y telemática. Con mucho humor, los responsables de este proyecto presentaron a los ciudadanos las bases de Tabarnia, sus aspiraciones, incluso sus primeros dirigentes.
La respuesta al esperpento que han generado en los últimos meses Puigdemont y su gobierno no podía ser más acertada. El humor es el arma más sofisticada que existe, porque detrás no están las bombas, sino la inteligencia. Y ante esto, cualquier mediocre está destinado a sucumbir.
El planteamiento de Tabarnia es muy sencillo: propone lo mismo que el secesionismo, pero a la inversa. Es decir, si un día Cataluña se independiza del resto de España, Tabarnia se independizará de Cataluña para seguir perteneciendo a España. Ante esto, ningún secesionista puede poner pega alguna… ¡digo yo!
Las provincias de Barcelona y Tarragona atesoran la mayoría del voto no independentista. Son, en esencia, las provincias generadoras de riqueza en Cataluña, y sus ciudadanos, por decirlo de alguna manera, están hasta las narices del llamado procés, que, en realidad, no tiene otro objetivo que mantener a cierta clase política en el poder, a costa de lo que sea. A costa, por supuesto, del trabajo y del esfuerzo de esos ciudadanos que luchan día a día por mejorar su vida, a costa de esos empresarios que invierten para progresar, a costa de los movimientos culturales que siempre ha tenido Cataluña, región acogedora y dinámica, que ve ahora cómo su aparición en los periódicos internacionales no es por ser vanguardia de nada, sino porque sus dirigentes se pasan el día tratando de hacer el ridículo para que les dediquen un titular.
Este proyecto puede parecer algo irreal, incluso ridículo. Y lo es, como lo es el independentismo en general. Sin embargo, tiene algunas cosas mucho más interesantes, entre ellas, el humor. Y tampoco hay que desdeñar su potencial… En unas semanas, Tabarnia es ya conocida en todo el mundo. Y hace gracia… ¡Cae bien!
Pero el culebrón catalán sigue tras las elecciones. Poco ha cambiado, de momento, el maremagnum en el Parlamento de Cataluña. Con el apoyo implícito de Podemos, y el guiño de Iceta a dar por buena la decisión de aceptar los votos de los presos, de momento los secesionistas han conseguido la Presidencia. Veremos qué ocurre en la elección del nuevo president…
En cualquier caso, bienvenida, Tabarnia. En todo este tema, se echaba en falta algo de humor, y sobra mucha crispación.