Millones de términos se usan por las personas día tras día, pero un porcentaje considerable ignoran verdaderamente su significado, y a pesar de eso los usan de manera indiscriminada. Un ejemplo claro es la correduría de seguros.
Pues bien, el verdadero significado es una persona o compañía que actúa como intermediario entre la aseguradora y el asegurado, es decir, el punto B, del camino del A hasta el C.
Un corredor de seguros se encarga de llevar todos y cada uno de los trámites que el cliente como empresa necesita para un óptimo funcionamiento de cada una de las partes, es decir, que la correduría de seguros vendría a ser una especie de sinergista entre las partes, si se mira desde otra perspectiva.
En ocasiones, los corredores pueden ser exclusivos de una compañía o empresa, mientras en otras ocasiones ellos trabajan con varias firmas y se especializan en determinado tipo de aseguramiento, bien sea de salud, para vehículos, motocicletas, bienes, entre otros.
El pago de cada persona que pertenece a esta práctica varía, aunque en su inmensa mayoría es por comisión, es decir, un porcentaje del dinero pagado por el usuario al adquirir la póliza. Este pago varia de una compañía a otra, mientras unas pagan una buena parte, otras solo una cantidad mínima.
Tal vez la función de mayor importancia de la correduría de seguros sea estar presente en el momento en que el accidente, robo o cualquier hecho que implique la acción del seguro ocurra, y diligenciar de la forma más eficaz y rápida todos y cada uno de los trámites necesarios, para que la suma o asistencia asegurada sean partícipes en el evento.
La correduría de seguros prácticamente es igual en todo el mundo, aunque en países en vías de desarrollo como Chile, Perú o Ecuador se mira con mayor prestigio a cada uno de los profesionales en esta área que en países con un nivel cultural más elevado, como Estados Unidos, Alemania o Francia, aunque básicamente el principio de todo es el mismo.
Otro trabajo correspondiente a un corredor de seguros es ofrecer a cada uno de sus clientes la póliza que mejor se ajuste a lo solicitado y que a la vez requiera menor presupuesto. Claro está, esto es sólo para aquellos que trabajan con un número de compañías mayor a dos, ya que los profesionales que se dedican a una sola, claramente estarán enfocados en la suya, sólo que buscando entre sus opciones la mejor para cada necesidad.
Las estadísticas hablan por sí solas, al describir que más de un 75 % de los profesionales de la correduría son abogados, profesores, licenciados y demás, quienes decidieron dejar a un lado su carrera universitaria para dedicarse de lleno a la correduría de seguros.
En fin, un corredor de seguros debe mediar con ambas partes, establecer el equilibrio entre compañía y cliente, lo cual no es para nada tarea fácil, pero, sin duda, alguien lo debe hacer y por esto son verdaderos profesionales quienes están allí.