Comunicado de Unidas por Caudete /
José Miguel Mollá, alcalde de Caudete y concejal del Ciclo Integral del Agua, ha tardado casi dos meses en enterarse de que el agua que abastece al municipio no era apta para el consumo.
Mientras, los caudetanos han estado consumiendo agua no potable, sin saberlo, durante un tiempo que, con los datos aportados por el Ayuntamiento, es imposible de precisar.
En 12 de agosto de 2025, la empresa contratada por el Ayuntamiento para realizar la analítica del agua, tomó una muestra del agua municipal. Esta muestra fue sometida a un análisis completo que reveló que el agua que estaban bebiendo los caudetanos no era potable porque presentaba unos parámetros de 8,67 mg/l de carbono orgánico. Los valores aceptados por la legislación establecen que por encima de 7 mg/l el agua no es potable.
La empresa responsable de la analítica tardó casi dos meses en informar al Ayuntamiento de esta situación, por lo que el Ayuntamiento tardó casi dos meses en encargar otro análisis. Este segundo análisis se realizó el 8 de octubre y se comunicó el 29 de octubre. Afortunadamente, este segundo análisis estableció que los niveles de carbono orgánico ya se habían rebajado y que, en consecuencia, el agua ya era potable.
A la vista de los hechos, observamos que, entre el 12 de agosto, fecha de la muestra que da agua no potable, y hasta una fecha imposible de precisar anterior al 8 de octubre, fecha del contraanálisis que da agua potable, el agua que hemos consumido pensando que era potable no lo era.
Y la razón por la que los caudetanos hemos estado bebiendo agua no potable sin saberlo es que el responsable de la gestión municipal del agua, José Miguel Mollá, no se había enterado de que el agua no era potable. Y como no se enteró, pues ni tomó medidas hasta el 8 de octubre, ni avisó a la población.
Desde Unidas por Caudete consideramos que la ignorancia de José Miguel Mollá es una negligencia grave que ha puesto en riesgo la salud de la ciudadanía durante un periodo de tiempo que ni él mismo es capaz de precisar. En este sentido, y a fin de evitar que se repita de nuevo una situación como esta, aconsejamos a José Miguel Mollá que mejore los tiempos de comunicación de resultados establecidos con la empresa responsable del análisis del agua.
Celebramos que el análisis del 8 de octubre revele que el agua vuelve a ser potable, y exigimos al alcalde y concejal de Ciclo Integral del Agua, que, en lo sucesivo, sea más diligente en la gestión y el control del agua que nos suministra, por el bien de nuestra salud.

