Etapa 5 – 27 de abril de 2018
Amanece en Borres y el dรญa no es malo, en principio. Salimos a la calle, con la ilusiรณn de poder subir a Hospitales, y nos encontramos con un arcoiris… Llueve por alguna zona cercana a nuestro objetivo. Pero como la ilusiรณn puede mรกs, arrancamos sin mรกs preรกmbulo. ยกSubimos!
Vamos Martรญn, Josรฉ, Francoise, Alejandra y yo. El camino sube y llanea durante los primeros compases de la etapa, hasta que llegamos al desvรญo que conduce a los antiguos hospitales de peregrinos, alejados de las poblaciones, allรก en lo alto de las montaรฑas. Un mundo aparte del mundo.
Pronto comienzan las subidas mรกs pronunciadas, y Francois y Alejandra se descuelgan, porque es importante que cada cual lleve su paso. Aqui nadie se molesta si queda atrรกs, todos sabemos que tan malo es ir esperando, como tratar de forzar la marcha por encima de tus posibilidades.
El ascenso, pese a ser duro, es llevadero. Dejamos a un lado la รบnica fuente en muchos kilรณmetros, y se endurece un poco mรกs la senda. Algunas vacas se cruzan en nuestro camino, mientras el tiempo parece que se mantendrรก estable. Eso sรญ, hace frรญo, y sopla un viento que al llegar a la primera cima se hace vendaval. Tratamos de protegernos aรฑadiendo ropa a nuestro vestuario, y lamento no llevar guantes. Meto mis manos en los bolsillos: las llevo congeladas.
Por fortuna, el fuerte viento sรณlo molesta en esa zona, y mรกs adelante, al llegar al primer hospital, el de Valparaรญso, cede en intensidad. El Hospital de Valparaรญso es muy pequeรฑo, y apenas quedan unos restos de piedras que recuerdan su presencia. Al rato, se llega al Hospital de Fonfaraรณn, mucho mรกs grande, y que conserva algunas zonas cubiertas.
Las vistas son espectaculares. Se ven al fondo todas las cumbres nevadas, y las montaรฑas a nuestros pies muestran poca vegetaciรณn, por lo que supone un cambio drรกstico en el paisaje que venรญamos disfrutando en dรญas previos. La Ruta de Hospitales es realmente maravillosa.
Mientras caminamos por las cumbres, percibimos un ruido a nuestras espaldas. Cuando nos giramos, contemplamos, embelesados, una manada de caballos que viene a todo galope. Por unos momentos, quedamos fascinados por esos instantes de belleza, mientras pasan a nuestro lado, veloces, esas docenas de caballos y potros… ยกQuรฉ maravilla!
Pero la jornada no ha terminado, ni mucho menos. Sobre las dos de la tarde, paramos a comer. Yo voy que no puedo apenas caminar… Cada paso es como si acuchillasen los dedos de mis pies, que me sangran. Me quito las botas, pero no quiero ni mirar las heridas.
Comemos, compartiendo entre los tres lo que llevamos. Mis compaรฑeros han tenido el acierto de comprar queso Afuega’l Pitu, uno de los mรกs antiguos de Asturias. ยกBuenรญsimo!
Emprendemos la marcha y llegamos por fin al Puerto del Palo, al punto donde se encuentra el refugio. Ahรญ iniciamos un fuerte descenso por una zona de muchas piedras sueltas, donde una mujer cae y da varias volteretas. Cuando llego hasta ella, comprobamos que sรณlo tiene un golpe en la rodilla, pero nada importante, asรญ que seguimos adelante.
A partir de ahรญ, la etapa es un verdadero suplicio para mรญ. Ya no sรฉ cรณmo apoyar los pies, y en algunos momentos se me saltan las lรกgrimas de puro dolor.
En un final de etapa que no acaba nunca, alcanzamos Berducedo.
Como suele ser habitual, un bar se ocupa de las inscripciones del albergue. Pero, antes de nada, me bebo dos caรฑas bien hermosas. Lo primero es lo primero.
Despuรฉs de instalarnos en el albergue y proceder a la ducha, salimos a tomar algo. Por ejemplo, otra caรฑa no estarรญa mal…
Entramos al bar de al lado del primer bar, y encontramos a Alicia y a su padre, Martรญn, de Aranda de Duero, aunque ella vive en Madrid. Tambiรฉn estรก Eva, de Repรบblica Checa, tomando vino. Enseguida empezamos a hablar animadamente, aunque Eva no entiende nada de espaรฑol. Alicia hace de traductora, que es la que mejor domina el inglรฉs de todos los presentes.
Ha sido un encuentro muy agradable, al que tambiรฉn se han unido Francoise y Alejandra, que han llegado un poco despuรฉs.
No tardamos en retirarnos a nuestros aposentos. La etapa ha sido muy dura, y conviene descansar.
La comida y el vino
En Asturias y Galicia se come extraordinariamente bien, y a precios muy razonables. Si eres de los que te gustan los platos de cuchara, disfrutarรกs aquรญ.
Los vinos mรกs populares son el Ribeiro y el Albariรฑo. Pese a ser gallegos, tambiรฉn se consumen en Asturias, aunque la sidra sea la reina.
Lo normal es que te saquen los guisos en fuentes, para que te sirvas tรบ mismo lo que quieras. Suelen ser muy generosos en cuanto a las cantidades, y raro es que te quedes con hambre. La fabada, el pote gallego, el lacรณn, las empanadas, estofados de cordero, garbanzos con chorizos, lentejas, patatas con costillas y, por supuesto, el pulpo, son algunas de las cosas que yo comรญ. Todas me gustaron muchรญsimo.
En Lugo son tรญpicas las tapas y pinchos. Tienen su horario, y conviene conocerlo para poder degustarlos. Despuรฉs de comer, hasta las cinco. Y luego, a partir de las siete de la tarde. Te tomas la consumiciรณn y te ponen una tapa, un pincho, o ambas cosas.
Aunque me encanta el marisco, el peregrino no puede permitirse semejantes lujos… ยฟO si…? Bueno, los precios no estรกn mal, y una excepciรณn es recomendable en la tierra del marisco.