Sergio Medina, Francisco Jesús Mora, Carlos Munuera y Eugenio Conejero realizaron el ascenso a la Cima del Corredor del Buitre (Almería).
«La ruta es muy sencilla en orientación. Salimos al inicio del cortafuegos de la Roza, vamos ascendiendo progresivamente y a los pocos metros encontramos la nieve. Lleva mucho tiempo sin nevar y haciendo mucho calor. Desde lo lejos no se ve ni pizca de nieve, y pensamos que no podríamos hacer nada, pero conforme nos fuimos acercando vimos un cordón blanco hasta casi la cumbre encajonado en la montaña que nos dejó impresionados.
Y, efectivamente, estaba todo el corredor con hielo para picar y disfrutar…
Conforme vamos ascendiendo se nos queda el cortafuegos a la izquierda, y lo que parece la senda de subida estival va avanzando en dirección a la loma de la mina. Según ascendemos, se quedan los pinos a nuestra espalda y seguimos subiendo por el cordal en dirección a un pequeño collado situado a los pies del corredor norte.
Toda esta subida es muy evidente, está marcada con hitos y no presenta complicación alguna. Nada más llegar al collado, tenemos a nuestra espalda la cuerda por donde hemos subido, y de frente tenemos hacia la derecha el corredor norte, que nos lleva directo a la cima y a la izquierda la opción que hemos elegido para la bajada.
Sin nieve… pero con hielo
Una vez situados en la base del corredor, en una placa de hielo duro, empieza a subir Carlos y de repente se le rompe la bota a nuestro compañero, teniendo que abandonar la actividad. El resto vamos subiendo por todas las cascadas de hielo en línea recta en un ascenso progresivo y salvando un buen desnivel. El grado de inclinación es importante.
Hay muchos pasos en mixto que hay que salvar. Son bastante delicados, debido a que no hay nieve.
Tras un estrechamiento, seguimos progresando por rampas que alternan los 40 grados tranquilos con algunos resaltes que superan los 50 grados. En las zonas de hielo hay que tirar de piolet para progresar, y en las pendientes fuertes de nieve es suficiente con hincar los piolets hasta la cruz, metiendo siempre puntas delanteras.
La belleza del entorno se acentúa con la sensación de alta montaña.
Después de escalar las cascadas con pasos en mixto y hielo duro en casi todo el corredor, al final nos esperaba una bellísima cascada de hielo muy bien formada en la que pudimos escalar, para ya llegar a la cima del Buitre.
Cima del Buitre
Una vez completada la ascensión, en la cima comemos algo rápido e iniciamos la vuelta al coche, donde nos espera Carlos.
Para ello, seguimos unos metros por la pista de tierra y empezamos a bajar para llegar al punto de inicio del corredor para seguir nuestros pasos de subida. Al fondo se ve perfectamente la cuerda de la mina por donde hemos subido.
Finalmente, nos queda bajar pegados a los pinos y recorrer el cortafuegos que tenemos al fondo.
Una preciosa ruta, dura por el desnivel que hay que salvar y casi toda con hielo».