Se acercan las elecciones presidenciales de EEUU y los dos candidatos, la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump, se enfrentan al sprint final. Clinton parece llevar una cierta distancia al multimillonario Trump, según las encuestas, pero nada está decidido de aquí al 8 de noviembre.
Mucho se ha hablado, y se está hablando, del perfil de cada uno de ellos. La palma se la lleva Trump, que ha basado su campaña más en soltar disparates que en sus propias propuestas. Esto no puede sorprender, puesto que un candidato que se ha fabricado a sí mismo en unos meses no podía intentar el asalto al poder sin ocupar la primera plana de los periódicos a diario. Para bien, o para mal… Ejemplos más cercanos tenemos bastantes, así que no nos pilla de improviso que un político se dedique a soltar burradas un día sí y otro también para salir en la tele.
Trump es calificado como de xenófobo, machista, radical,… Clinton parece representar una opción más moderada, aunque tratándose de Estados Unidos, pocas cosas pueden ser moderadas, y menos su presidente. La primera potencia mundial, con el permiso de Rusia y China, ni se ha caracterizado, ni se va a caracterizar, por la moderación en sus políticas.
Pero claro, si a esa prepotencia innata de los EEUU añadimos la chulería y lo que aparentemente se presagia de Trump, nada bueno podemos esperar si éste llega a la Casa Blanca. No parece una persona excesivamente dialogante, y más se le ve impulsivo y con pinta de niño malcriado al que todo hay que dárselo para que no se enfade. Podemos añadir que una de sus propuestas estrella es la de levantar un muro por toda la frontera con México, así como prohibir, directamente, la entrada de musulmanes en su país. Sí, porque el odio al extranjero no lo disimula ni lo más mínimo, ni tampoco su machismo. Las mujeres para él están por debajo, y si te descuidas, a su servicio, porque dice ser «una estrella», razón más que suficiente para que, según él, las féminas se rindan a sus pies.
Pese a todo, este hombre tiene sus seguidores. No nos engañemos, tiene muchos seguidores… ¡Millones! Los americanos también están cansados de muchas cosas, en especial del terrorismo y de una economía que no está en su mejor momento. De hecho, este año será el de menor crecimiento desde la crisis financiera, y los americanos lo están sufriendo de una forma bastante contundente. Y los conflictos bélicos están, pero no están… Es decir, la lucha contra el Daesh, por ejemplo, se lleva a cabo de una forma que no contenta ni a quienes querrían una lucha abierta y total contra el terrorismo yihadista, ni tampoco a quienes preferirían no intervenir con tropas en los escenarios de conflicto. Si bien esta forma de intervención, más moderada sobre el terreno, sea posiblemente más acertada, el pueblo americano no está muy acostumbrado a estas medias tintas. Y Donald Trump, probablemente, no las tendría…
Si saltase la sorpresa y ganara Trump, personalmente me intranquilizaría un tanto. Pese a que los equipos que forman los gabinetes presidenciales son amplios y repletos de expertos en casi todo, y son los que en la mayoría de los casos toman las decisiones, no hay que olvidar que el presidente es el presidente. Y en EEUU más todavía…
Visto lo visto, yo no me fío un pelo de este hombre.