El auge de los juegos de azar en el siglo XXI, como los casinos online, los slots virtuales o las apuestas deportivas relacionadas con los eSports, hace que muchas personas se pregunten cuál es el origen de esta forma de entretenimiento. En España, la mayor referencia en este ámbito tiene nombre y apellidos: Lotería Nacional.
Aunque pueda parecer un invento relativamente reciente, del siglo XX, lo cierto es que sus raíces se remontan al siglo XVIII. Por ejemplo, ¿sabías que fue Carlos III quien introdujo la Lotería Nacional en España? Esta es la no tan conocida historia que se encuentra tras este sorteo centenario que se lleva celebrando durante siglos en nuestro país.
El verdadero origen de la Lotería Nacional
La lotería en España fue introducida por el rey Carlos III en 1763, inspirada en la tradición de la lotería de Nápoles. El objetivo era aumentar los ingresos del Estado sin generar una carga adicional para los contribuyentes. El primer sorteo de la Lotería Real se celebró en Madrid el 10 de diciembre de 1763 en la Sala del Consejo de Hacienda.
En concreto, la sede de la lotería se estableció inicialmente en un caserón de la antigua plaza de San Ildefonso y posteriormente se amplió con otra oficina en la calle de los Trinitarios Descalzos. El director y administrador general de la lotería fue don José Peya, quien había sido traído desde Nápoles para implementar el juego.
La Lotería Real, también conocida como «beneficiata o primitiva», no gozó de la simpatía popular en sus inicios, razón por la cual se realizaron una serie de reformas a partir de 1767 para aumentar los beneficios, incluyendo el aumento de los porcentajes de los premios y la prohibición de otros juegos de azar y loterías extranjeras. Durante el reinado de Carlos IV, el carácter benéfico de la lotería comenzó a apreciarse, ya que el Estado donaba parte de los beneficios a hospitales, centros de beneficencia, eclesiásticos, hospicios y montepíos.
Inicios de la lotería moderna que hoy conocemos
Hacia 1769 se estableció en México una lotería distinta al modelo italiano, que consistía en la impresión de cada sorteo en billetes enteros, medios o cuartos, similar a como se hace actualmente con los décimos. Este tipo de lotería casi un siglo después desplazó a la Primitiva y se implantó en España.
En 1811, las Cortes de Cádiz aprobaron por unanimidad la propuesta de Ciriaco González Carvajal, Ministro de Hacienda y Cámara de Indias, para crear un nuevo tipo de lotería. El primer sorteo de la conocida como «moderna o nacional» se celebró el 4 de marzo de 1812 en la Oficina Central situada en el número 10 de la Plaza de San Fernando en Cádiz.
La creación de la Lotería Moderna se produjo en un momento de gran inestabilidad política y económica en España. La Guerra de la Independencia había dejado a la Hacienda Pública en una situación crítica, con una gran necesidad de recaudar fondos para reconstruir el país. Tal fue así, que la propuesta de González Carvajal fue aprobada sin un solo voto en contra.
Posterior expansión nacional y popularización general
La Lotería Nacional se expandió desde Cádiz y San Fernando a Ceuta y luego a toda Andalucía, conforme avanzaba la retirada de los ejércitos napoleónicos. El 28 de febrero de 1814 se celebró el primer sorteo en Madrid, desde entonces sede de la Lotería Nacional de billetes. Con el paso del tiempo y su escalonada aceptación, la lotería se convirtió en una fuente importante de ingresos para el Estado, además de generar esperanza en el pueblo español tras las consecuencias económicas y sociales de la guerra.
Poco a poco, este modelo de recaudación comenzó a introducir sorteos especiales para incentivar la participación de la sociedad. Por ejemplo, en 1818 se organizó un sorteo especial coincidiendo con la Navidad, considerado el origen del Sorteo Extraordinario de Navidad. Aunque no sería hasta 1839 cuando el sorteo navideño comenzó a celebrarse regularmente y hasta 1897 para que recibiera oficialmente el nombre de Sorteo de Navidad. Otro sorteo emblemático es el Sorteo de El Niño, que apareció en la década de 1880.
Con la llegada del siglo XX, la Lotería Nacional se asentó finalmente y evolucionó hasta convertirse en lo que conocemos hoy día, además de ver nacer otros sorteos con fines similares. En 1924, por ejemplo, nació el Sorteo de la Cruz Roja, uno de los sorteos especiales más emblemáticos. Actualmente, la Lotería Nacional depende de Loterías y Apuestas del Estado, que a su vez depende del Ministerio de Hacienda y Función Pública.
Tras más de 250 años de historial, sigue cumpliendo una función social, destinando parte de sus beneficios a obras benéficas y públicas, además de servir como modelo de recaudación, más allá de los impuestos directos e indirectos que soportan tanto empresas como autónomos y particulares en todo el país.