Cada 24 de diciembre, cuando el año se acerca a su final, millones de hogares se preparan para celebrar la Nochebuena, una de las fechas más significativas del calendario cultural y religioso. Es una noche marcada por el encuentro, la memoria y la ilusión, en la que las familias se reúnen alrededor de una mesa para compartir alimentos, historias y afectos que trascienden generaciones.
La Nochebuena tiene un profundo significado cristiano, al conmemorarse el nacimiento de Jesús en Belén. En muchas ciudades y pueblos, esta dimensión espiritual se expresa con misas de medianoche, belenes vivientes y cantos tradicionales. Sin embargo, más allá de las creencias personales, la fecha se ha convertido en un símbolo universal de paz, solidaridad y reflexión, incluso para quienes no practican la religión.
Las tradiciones varían según la región, pero comparten un mismo espíritu. En numerosos hogares, la cena es el eje central de la celebración. Platos típicos, recetas heredadas y sabores especiales convierten la mesa en un espacio de identidad y recuerdo. Desde el intercambio de brindis hasta la apertura de regalos, cada gesto refuerza el sentido de comunidad y pertenencia.
En Caudete, esta tarde, a las 17:00 horas, tendrá lugar el Pregón de Navidad en la Plaza de la Iglesia. Después, en Santa Catalina, los niños que lo deseen podrán asistir a la Misa de Nochebuena, dirigida a los más pequeños.
En las calles, la Nochebuena también se hace sentir. Las luces navideñas iluminan plazas y avenidas, mientras el comercio vive uno de los momentos de mayor actividad del año. Las campañas para incentivar el comercio local también ponen su granito de arena en este sentido. Al mismo tiempo, organizaciones sociales y voluntarios intensifican sus esfuerzos para acompañar a personas en situación de vulnerabilidad, recordando que el espíritu navideño también implica compartir con quienes más lo necesitan.
Este año, como en otros recientes, la Nochebuena se vive en un contexto global marcado por desafíos económicos y sociales. Por ello, muchas familias optan por celebraciones más sencillas, donde el valor principal no está en la abundancia material, sino en el tiempo compartido. La noche invita a hacer balance, a agradecer lo vivido y a mirar al futuro con esperanza renovada.
Así, la Nochebuena continúa siendo mucho más que una fecha en el calendario. Es una pausa en el ritmo cotidiano, una oportunidad para reconectar con los afectos y los valores esenciales. En medio del frío invernal o del calor del verano, según el hemisferio, esta noche especial recuerda que la unión, la solidaridad y la esperanza siguen siendo los mejores regalos para cerrar el año.
Mañana por la tarde, ya en plena Navidad, se renovará en Caudete otra tradición centenaria: los Bailes del Niño. Serán los Bailes Infantiles, el momento para que los niños y niñas de nuestro pueblo demuestren su cariño por una costumbre de siglos de existencia. Y el 4 y el 6 de enero será el turno de los adultos en el Primer y Segundo Día de Bailes del Niño, donde los mantones volarán al son de las jotas y valses en la Plaza de la Iglesia. Algo digno de admirarse, sin duda…
Feliz Navidad
